‘Un cuento perfecto’ confirma el éxito del ‘metaverso Benavent’ en Netflix

La serie protagonizada por Anna Castillo y Álvaro Mel, basada en la novela homónima de Elísabet Benavent, ya es número uno en la plataforma de contenidos entre el público español

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'Un cuento perfecto' y 'Valeria', las series basadas en novelas de Elísabet Benavent que triunfan en Netflix
'Un cuento perfecto' y 'Valeria', las series basadas en novelas de Elísabet Benavent que triunfan en Netflix

Amigos que se enamoran y enamorados que pasan a ser amigos. Vidas paralelas y urbanitas cargadas de curro, de pilates en el gym, de vino rosado, de kombucha y de cenas en los restaurantes de moda de la capital (aquellos concurridos por los votantes de Isabel Díaz Ayuso, esos que tienen más decorado que sustancia y que cobran la friolera de doce euros por unas patatas bravas “de la casa” -traducción: las de siempre, pero con mayor margen para el hostelero-).

El metaverso Benavent cobra fuerza en Netflix tras el estreno de Un cuento perfecto. La miniserie, basada en la novela homónina de Elísabet Benavent (Gandía, 1984), ya es número uno en España. La ficción que protagonizan Anna Castillo y Álvaro Mel llegaba a Netflix con la premisa de replicar el éxito de Valeria (también basada en las historias de la escritora española). De momento, parece cumplir con las expectativas.

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Ambas beben de la vida narrada por jóvenes menores de 35 años que vertebran su coyuntura entre conquistas, ligues y romances. Son millennials que van a terapia y cuya terapia es la bebida y los amigos. A la escritora le bastó un viaje a Grecia para armar la historia que ahora llega a las pantallas de los abonados al gigante del streaming. Una historia que, según ha contado a EFE, se aleja de la “típica comedia romántica” porque a ésta no le aplican “los estereotipos a los que estamos acostumbrados” en este tipo de género.

En Un cuento perfecto, Margot (Castillo) es una novia a la fuga que rechaza el matrimonio perfecto y que, por el camino, se encuentra con David (Mel). Ambos lo acaban de dejar con sus respectivas parejas, pero su objetivo es poder recuperarlas. Su plan es ayudarse mutuamente para que la reconquista tenga éxito, pero terminan enamorándose el uno del otro -con un icónico viaje a Grecia de por medio-.

David (Álvaro Mel) y Margot (Anna Castillo) en 'Un cuento perfecto' (Netflix)
David (Álvaro Mel) y Margot (Anna Castillo) en 'Un cuento perfecto' (Netflix)

La nueva serie del metaverso Benavent ya ha demostrado lo que las otras historias de la escritora confirmaron: que lo suyo con Netflix es un idilio que, de momento, parece inquebrantable. En sus cinco episodios -que pecan de querer estirar un chicle narrativo que podría haberse comprimido en una película, como en el caso de Fuimos canciones, estrenada en 2021 y basada también en una de sus novelas-, dirigidos por Chloé Wallace, Un cuento perfecto conecta, no sólo con el público que busca un guilty pleasure antes de irse a dormir, también con los románticos empedernidos que quieren vivir un idilio amoroso urbano y complicado.

El primer pelotazo de la escritora fue en 2020, con la primera temporada de Valeria: la historia sobre una joven escritora que busca su voz y su cometido entre quedadas con amigas y romances fallidos. Con un total de tres temporadas, la última estrenada hace un mes en Netflix, la plataforma ha encontrado en los relatos de la autora un pozo de historias que conectan con una audiencia deseosa de vivir, aunque sea a través de la dañina luz azul, todas las posibilidades que el amor ofrece a las generaciones marcadas por la ansiedad y los asfixiantes alquileres.

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El Madrid de Benavent

Comer “los mejores calamares del mundo” en la conocida taberna La Ardosa (que también cuenta con uno de los mejores pinchos de tortilla de la ciudad) o beberse un cóctel con vistas en el restaurante Ginkgo Sky Bar. Madrid es un elemento imprescindible en las historias de Elísabet Benavent y el nexo que lleva a la audiencia a querer frecuentar los sitios, restaurantes y enclaves que dan forma a sus diversas historias.

En el caso de Valeria, la capital es un elemento más de la trama: los bares de la urbe vertebran su historia. Son el punto de partida de las citas, las confesiones y, como ocurre en la vida real, de los grandes momentos que otorgan sentido a nuestra existencia. No es de extrañar que el término “el Madrid de Valeria” haya acompañado a la ficción durante sus tres exitosas temporadas.

Una imagen de la tercera temporada de 'Valeria' (Netflix)
Una imagen de la tercera temporada de 'Valeria' (Netflix)

El ya difunto Palentino, las vistas desde la azotea del Hotel RIU de Plaza España, el Real Casino de Madrid, la taberna Casa Paco, el restaurante Amicis o la discoteca Medias Puri. En el caso de Un cuento perfecto, que transcurre también en Grecia (en ciudades como Atenas e islas como Santorini, Mykonos y Naxos), la capital, y su gentrificada oferta gastronómica, también tiene su espacio en la serie.

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