Este martes 1 de agosto el rey Juan Carlos ponía punto final al que ha sido su tercer viaje a España tras su autoexilio a Abu Dabi, del que se cumplen tres años este jueves. Al contrario que en otras ocasiones, el emérito ha logrado pasar mucho más inadvertido que en el pasado y es que la discreción se ha convertido en la máxima de estos viajes a Sanxenxo que, como confesó, quiere repetir con asiduidad.
Sin embargo, esto no significa que el antiguo monarca se haya escondido, ni mucho menos. No solo ha disfrutado de la compañía de buenos amigos, también ha pasado largas horas en el mar disfrutando de las regatas a bordo del Bribón, en el que ha vuelto a competir a sus 85 años. Unas jornadas de deporte que han dejado tras de sí dos curiosidades con respecto a su vestuario y es que el rey ha utilizado dos complementos que han llamado poderosamente la atención.
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El primero de ellos es un reloj que ya está vinculado a la localidad gallega y las regatas, pues lo ha lucido en otras ocasiones en el mismo contexto. Se trata de una pieza de lujo firmada por Rolex, el modelo GMT-Master II, cuyo precio más básico es de 18.000 euros, pues la firma relojera permite a sus clientes personalizar los diseños.
Este cronómetro está diseñado especialmente para la navegación, tiene una correa de caucho rojo con cierre de acero inoxidable, esfera negra, disco de bisel Cerachrom y suele estar fabricado en oro o acero. Otra característica a destacar, y que seguro le es muy útil al Rey, es que muestra la hora en dos husos horarios diferentes de manera simultánea, por lo que puede ver qué hora es en Abu Dabi mientras está en España, y viceversa.
El otro complemento que no ha pasado desapercibido es un anillo inteligente que ya ha conquistado a otros VIP como el príncipe Harry, Will Smith o Cristiano Ronaldo y que el emérito ha lucido en todo momento. Esta sortija está firmada por la marca finlandesa Oura, tiene un precio que varía entre los 300 y los 400 euros, según el modelo y tendría una doble función: estética y de salud.
El anillo es capaz de monitorizar a la persona que lo lleva, así como su actividad, ayudando a obtener información para lograr un estilo de vida más saludable al controlar el descanso, los movimientos o la disposición corporal. Es decir, funciones similares a las de un reloj inteligente, pero reunidas en un diseño mucho más discreto.
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