“El responsable soy yo”. Jorge Vilda decidió entonar el mea culpa de forma vertiginosa, nada más producirse la derrota de la selección española femenina de fútbol ante Japón. En el último partido de la fase de grupos del Mundial, el equipo se desplomó como nunca y tocó fondo justo antes de afrontar los octavos de final contra Suiza: tras las goleadas ante Costa Rica y Zambia, se esperaba una imagen mucho más aceptable frente a un rival ya de mayor enjundia. No sucedió y las críticas se han generalizado. Una inmensa mayoría de ellas tienen por protagonista, incluida la de él mismo, al entrenador.
En tela de juicio desde hace tiempo, especialmente a raíz del conflicto que llevó a 15 jugadoras (ahora son 12) a abandonar el equipo nacional mientras él siguiese al frente, Vilda no parece ir sobrado de aliados en estos momentos. En su debe está que no ha conseguido ningún resultado reseñable con España en un gran torneo. Los octavos de final, como ahora, son su techo mundialista; llegó hasta cuartos, como máximo, en la Eurocopa. Las perspectivas de mejoría de estos logros no están por las nubes ahora mismo. La nulidad exhibida en el harakiri que propiciaron las niponas, en juego y sensaciones, ha sido fatal para las aspiraciones españolas.
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Entre las voces autorizadas, Vero Boquete no ha dudado en señalar, sin muchos rodeos, al seleccionador. La que fuera capitana de La Roja dejó de contar con la confianza del preparador madrileño en 2017, en un episodio que puede que quizá haya sido perdonado, pero nunca olvidado. Es lo que se deduce de la contundencia con la que hace unas horas habló, en plena retransmisión televisiva, la jugadora de la Fiorentina.
¿A qué futbolistas echa más de menos España en el Mundial?
Boquete no se limitó a advertir que “hay jugadoras que no están y que nos vendrían muy bien”. La lanza que rompió a su favor llevó nombre y apellidos: “Echamos en falta tanto a Mapi León como a Patri Guijarro”. Se trata de dos de las internacionales que decidieron no seguir acudiendo a la llamada de España hasta nueva orden.
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León, en la absoluta desde 2016, es una de las referentes del mejor exponente del fútbol femenino español tanto a nivel nacional como mundial: un FC Barcelona que acaba de volver a proclamarse campeón de la Champions. La futbolista aragonesa es clave desde la defensa, la parcela que más quedó en evidencia en la última derrota: todos los goles de las japonesas llegaron por desajustes en la zaga.
Su compañera Guijarro, que jugaba con España desde 2017, también es fundamental para el Barça. En el caso de la balear, en el centro del campo. Posición que tampoco salió nada bien parada este lunes: la posesión fue española sin discusión, pero esto no se tradujo ni en ocasiones ni en goles.
Melanie Serrano, exfutbolista precisamente azulgrana y de la selección, añadió a una tercera ausente a tener en cuenta: Sandra Paños. Otra integrante del Barcelona, cuya portería defiende la alicantina. Se da la circunstancia de que León, Guijarro y Paños eran titulares con España en 2022, antes de que la situación con Vilda se volviese insostenible para ellas y otras nueve ‘rebeldes’: Ainhoa Moraza, Leila Ouahabi, Lucía García, Laia Alexandri, Claudia Pina, Andrea Pereira, Lola Gallardo, Nerea Eizaguirre y Amaiur Sarriegi.
Ona Batlle, Aitana Bonmatí y Mariona Caldentey decidieron volver a estar disponibles para Vilda de cara a la cita de Australia y Nueva Zelanda, tras haberse unido a la protesta en un primer momento. Es la segunda de ellas la que más se está haciendo notar: estrella culé, para variar. En idéntico equipo militan las otras dos ‘arrepentidas’, como si el Barça fuese principio y final del cisma.
“Se ha equivocado antes y durante el partido. Los cambios no han mejorado nada al equipo, y en parte se debe a que nos falta gente que no está en este Mundial. Algo que te condiciona a la hora de buscar soluciones”, no tuvo reparos en advertir Vero Boquete. “Se nota que en partidos como este, partidos difíciles, nos falta un poco más”, sentenció tras arrojar algo de luz sobre las posibles carencias de esta España.
Todo quedará en el olvido (al menos, de momento) si la situación se revierte este sábado. En el caso de que toque hacer las maletas, lo más probable es que Vilda vuelva a ser el más damnificado en el reparto de culpabilidad. El precedente de Luis Enrique con el combinado masculino en Catar 2022 no le ayuda: su propia pesadilla con Japón, adiós en octavos contra Marruecos y fin de ciclo.
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