El plazo para que Kylian Mbappé renovase su contrato con el PSG de forma automática hasta 2025 expiró este 31 de julio. Un movimiento que no se ha dado, aunque, por el momento, la estrella continúa en el campeón francés. Eso sí, todo parece indicar que sus días en las filas parisinas están contados. Como tarde, se marcharía libre en verano de 2024, aunque la diferencia de pareceres entre las partes amenaza con adelantar la salida: en el club no quieren saber nada de dejarle ir gratis y tienen la firme intención de cobrar un traspaso millonario por el jugador lo antes posible.
Ahora mismo, todo lo que no sea ver a Mbappé en un nuevo destino antes de que cierre el mercado de fichajes veraniego (31 de agosto) sería una auténtica sorpresa. Sobre todo, porque el PSG ha puesto de relieve el pulso que mantiene con su hasta ahora jugador franquicia, apartándole de la gira de pretemporada por Japón y Corea del Sur y poniéndole a entrenar con los descartados. Tal y como se ha enrarecido la situación, la posibilidad de verle disputar minutos en el debut de su equipo en la Ligue 1 23/24 (12 de agosto) es bastante remota.
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Con el supuesto interés del Liverpool descartado por su propio entrenador, Jürgen Klopp, en las últimas horas (”Nos reímos de eso”, ha llegado a asegurar), todos los caminos apuntan hacia la misma dirección: el Real Madrid. Salvo que se active una opción muy improbable, pero que aun así todavía podría darse.
La única opción de que Mbappé se quede en el PSG
¿Cómo podría retener el PSG a su máxima referencia un poco más? Según apuntan en Le Parisien, la única forma de conseguirlo sería que Mbappé firme un nuevo contrato con la entidad, diferente al que rige en la actualidad y que aportaría al futbolista una prima jugosa: hasta 80 millones de euros si sigue en París el próximo 1 de septiembre.
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Sin embargo, la hipótesis resulta bastante descabellada a día de hoy. Sobre todo, si se tiene en cuenta la tirantez evidente entre la gerencia del PSG, encabezada por el presidente Nasser Al Khelaifi, y Mbappé. Esta existe porque la disparidad de posturas es total. Los rectores quieren vender a toda costa y la perla de Bondy desea cumplir su actual contrato, que expira cuando lo haga la próxima campaña: acaba de embolsarse 40 millones, la mitad de su prima de fidelidad, por hacerlo.
Las opciones de lo que puede suceder este mes con Mbappé se reducen a cuatro: la ya mencionada prórroga de su vinculación al PSG, un traspaso al Real Madrid, un traspaso a otro conjunto o seguir en la capital francesa en los actuales términos. Verle vestido de blanco se presume lo más factible, que no pasarse en blanco todo el curso que viene: llegado el caso, a los que aún son sus jefes no les temblaría el pulso a la hora de tomar una medida tan drástica.
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