Belén Esteban acaba de regresar a España tras rodar junto a varios compañeros de Sálvame el nuevo docureality de Netflix en América. Al llegar a su casa, la colaboradora ha aprovechado para aclarar los rumores de crisis en su matrimonio con Miguel Marcos y ha lanzado una contundente pulla a Telecinco por su desplome en audiencias en julio.
“Mi marido no ha ido ni a un programa, ni ha cobrado, ni ha salido en una exclusiva. Yo sí, pero él no. Entonces, un poquito de respeto”, ha espetado a las puertas de su chalet de Paracuellos. “Lo que no se puede vender durante un mes una noticia que no es verdad, porque yo tengo una madre que tiene ochenta años”, reprochaba a los reporteros.
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Además, la Esteban anunció que va a tomar medidas legales por este asunto y no dudó en arremeter contra el programa Fiesta, uno de los que más ha hablado de su supuesto bache amoroso. “A ‘Sálvame’ no nos querían, ¿no? Joder, pues que dejen de hablar de nosotros”, aseveró. Y añadió un dardo envenenado por las audiencias de la cadena: “¡Suerte! Que veo que las cosas no van tan bien... ¡Suerte!”.
Más allá de su enfado por este tema, la ‘princesa del pueblo’ se ha mostrado feliz por el nuevo proyecto que acaba de grabar con Netflix junto a varios compañeros de Sálvame. “Estoy muy contenta, vengo muy satisfecha del trabajo que hemos hecho. Nos hemos ido 43 personas y espero que cuando Netflix lo eche, la gente se divierta como nos hemos divertido nosotros”, ha afirmado.
La audiencia de Telecinco, en caída libre
Lo cierto es que Belén Esteban no va desencaminada al decir que “las cosas no van tan bien” en Telecinco, pues la cadena de Mediaset ha firmado este julio su peor mes desde octubre de 1990, su primer año de emisiones regulares, cayendo a la tercera posición en audiencias con una cuota que no supera la barrera del 10%.
Por primera vez desde mayo de 2012, La 1 le ha arrebatado a Telecinco la segunda plaza en audiencias mensuales, un sorpaso que evidencia la crisis por la que atraviesa la cadena de Fuencarral y que se ha acentuado con el final de Sálvame. Tras la cancelación del formato el pasado 23 de junio, las cifras de la cadena parecen no tocar fondo y enfilan ya un verano crítico después de cerrar la peor temporada de su historia. En este notable descenso ha influido, sin duda, una franja vespertina que no ha logrado alcanzar los datos que cosechaba el espacio de La Fábrica de la Tele.
La sangría de espectadores de la ficción Mía es la venganza obligó a Telecinco a tomar medidas y trasladarla a Divinity, apostando por alargar la emisión del programa Así es la vida. Sin embargo, el magacín presentado por Sandra Barneda y César Muñoz tampoco ha alcanzado el listón de su predecesor y este jueves 27 de julio firmaba su mínimo histórico con 635.000 espectadores y un 7,1% de share.
En prime time no le ha ido mejor a la cadena de Fuencarral. Ninguna de sus apuestas estivales en horario estelar ha tenido buenos datos. Formatos como La vida sin filtros, Me Resbala o La última noche han tropezado en audiencias este mes de julio marcado en negro para Telecinco.
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