Japón propina toda una cura de humildad a España en el Mundial femenino: Suiza espera en octavos

El conjunto nipón desarboló por completo a las españolas, encerrándose atrás y con una efectividad letal al contragolpe: todos los desajustes defensivos costaron caro y la posesión no se tradujo en peligro (4-0)

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Miyazawa celebra el tercer gol de Japón ante Olga Carmona (REUTERS/Amanda Perobelli)
Miyazawa celebra el tercer gol de Japón ante Olga Carmona (REUTERS/Amanda Perobelli)

Llegó el primer rival de entidad para España en este Mundial femenino de fútbol. Y, con él, la primera derrota. Además, sin paliativos: Japón destapó por primera vez en el torneo las vergüenzas de las chicas de Jorge Vilda. La incapacidad para sobreponerse al sistema nipón fue manifiesta durante todo el partido. Los goles, en esta ocasión, los metió el equipo contrario. Uno que nada tiene que ver con Costa Rica y Zambia, como bien sufrieron las españolas, finalmente segundas de grupo y abocadas a verse las caras con Suiza en los octavos de final del próximo sábado (4-0).

Cuando te enfrentas a una selección que ha sido campeona del mundo en 2011 y subcampeona en 2015, se debe estar, cuanto menos, alerta. Si a esto le añadimos que ese mismo combinado venía de anotar siete goles en dos encuentros (tan sólo uno menos que España), está claro que el peligro era todavía más considerable. Esto no quiere decir que en La Roja no supieran que el duelo por el liderato del Grupo C mundialista iba a ser de todo menos sencillo. Por supuesto que había conciencia de ello. Lo que parece que no se esperaba era que Japón pasase por encima a las nuestras. Porque eso, simple y llanamente, es lo que ocurrió en Wellington este lunes.

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Ona Batlle en acción contra Japón (REUTERS/Amanda Perobelli)
Ona Batlle en acción contra Japón (REUTERS/Amanda Perobelli)

Es imposible no caer en el déjà vu tras estos 90 minutos. La sensación de que ya hemos visto un partido así en nuestro fútbol de selecciones, últimamente y varias veces (e incluso contra idéntico rival en el pasado Mundial masculino), flota en el ambiente. El estilo volvió a naufragar: de nada sirve acaparar la posesión del balón si esta no se traduce en peligro y, sobre todo, acierto de cara a portería. El que sobró al otro lado del campo con un planteamiento radicalmente distinto, pero abrumadoramente más solvente.

Anulación total

A España apenas le duraron las opciones de victoria. Ya en el minuto 12, Miyazawa adelantó a Japón con un gol del que no se aprendería en absoluto. Fue a la contra y aprovechando un desajuste fatal: se le ganó la espalda totalmente a la defensa y la velocidad y la efectividad en el área pequeña hicieron el resto.

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Las niponas no variaron ni un ápice su estrategia para marcar las dianas restantes. Ueki ahondó en la herida en el 29, siguiendo el mismo patrón de pillar totalmente desprevenida a la zaga y consumar el contraataque perfecto, con golazo por la escuadra incluido. En el 40, repitió Miyazawa: robo, contragolpe, sangre fría en la galopada y resolución acertada. Para que el calvario fuese aún mayor, la puntilla, en una segunda parte que directamente sobró, llegó en el 82: otra pérdida, otro gol por la escuadra soberbio. En este caso, de Tanaka.

En una pesadilla de la que nunca se pudo despertar, encontrar espacios se le asemejó, a España, a aquello de la aguja en el pajar. Encerradas atrás, las japonesas despojaron de todo carácter y alma a un equipo nacional al que se había llegado a colocar entre las favoritas al título. Conjeturas quizá demasiado precipitadas visto lo visto ahora: ni se supo atacar la sólida defensa del adversario asiático ni se propuso nada distinto para intentar darle la vuelta al marcador.

Tanaka celebra el cuarto gol de Japón (REUTERS/Amanda Perobelli)
Tanaka celebra el cuarto gol de Japón (REUTERS/Amanda Perobelli)

Las ocasiones escasearon. Los cambios no alteraron en nada el guión. Y, lo más alarmante, la ambición ni siquiera hizo acto de presencia. Malas noticias en demasía para empezar una semana en la que espera una eliminatoria el fin de semana. Y durísima: habrá que mejorar, y mucho, para que las helvéticas, que mantienen su portería a cero hasta la fecha y pueden ser tan o más duras atrás, no pongan fin a la aventura mundialista española.

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