El PSOE persigue dos objetivos. El primero, primordial, reeditar un Gobierno de coalición con Sumar. Para ello necesita el sí de Junts tras el recuento del voto en el extranjero, que ha otorgado un diputado más al PP y se lo ha quitado a los socialistas. El segundo, estratégico desde el punto de vista político, que Alberto Nuñez Feijóo siga como líder del PP en la oposición. Desde Ferraz prefieren a un Feijóo “relativamente consolidado en su partido” que “a un Feijóo debilitado y cuestionado”. ¿Por qué? Porque eso podría conllevar un cambio de timón en la dirección de las filas populares. Y electoralmente hablando, “Ayuso es peor rival que Feijóo”.
Todo son hipótesis y variables políticas en un escenario incierto como el que vive actualmente España. Lo lógico es que PSOE y Sumar (con el apoyo de todos los nacionalistas, ahora también de Junts) consigan formar Gobierno. Lo deseable para Ferraz y la plataforma de partidos que lidera Yolanda Díaz es que ese Ejecutivo de coalición y en minoría pueda afianzarse en una legislatura que va a ser convulsa. Si se cumplen estas dos premisas y estos cuatro años se hacen largos para Feijóo, en las filas socialistas están convencidos de que al dirigente gallego “le harán un Casado”.
Te puede interesar: El PP planta la semilla de la ilegitimidad de un posible Gobierno de Sánchez: “Nunca ha gobernado quien no ha ganado”
Todo dependerá de cómo se gestione en el PP la ‘victoria-derrota’ tras las elecciones del pasado 23 de julio. Fuentes populares reconocen que al partido le está costando digerir lo que ha pasado, que se podría resumir así: “grandes expectativas en campaña, incluso para gobernar en solitario, y jarro de agua fría tras los resultados. Hemos ganado quedándonos a las puertas, ya que no nos da ni para gobernar con Vox. Estamos solos. No habrá abstención del PSOE, tampoco apoyo del PNV, y obviamente no esperamos nada del resto de partidos nacionalistas”.
Con este escenario, los principales barones del PP (Isabel Díaz Ayuso en Madrid y Juanma Moreno Bonilla en Andalucía) han tenido que salir inmediatamente a reforzar el liderazgo de Feijóo. “No puede ser que el jueves estemos con Feijóo apoyándole y el martes tirándole por un puente”, señaló la semana pasada Ayuso con su peculiar sinceridad tras la junta directiva del PP de Madrid. De momento, el líder gallego tiene el tiempo de su lado y los apoyos necesarios. Llegó a la presidencia del PP en abril de 2022 en un momento muy complicado para el partido y ha conseguido mejorar notablemente los resultados de Pablo Casado en 2019. Pero todo indica que se va a quedar a las puertas de la gloria.
Pero los tiempos políticos son muy cambiantes. Desde Ferraz entienden que el PP, que se abrió en canal en una guerra civil sin precedentes hace año y medio, no se puede permitir ahora una nueva crisis por el liderazgo. La misma tesis comparten fuentes populares. “En el partido no se entendería que Ayuso se cobrase la cabeza de dos presidentes nacionales en un par de años”. Pero eso es ahora. En Ferraz temen que si la legislatura avanza y el Gobierno de coalición se asienta, la paciencia se puede empezar a agotar entre algunos barones del PP. “Vamos a ver qué pasa en 2024 o 2025″, señalan fuentes socialistas.
La realidad parlamentaria es que Feijóo está solo, acompañado únicamente por la ultraderecha, a pesar de que PP y Vox ya se han tirado más de un reproche tras los resultados electorales. “Cuando has faltado al respeto y has insultado tanto a todos los grupos parlamentarios...”, señaló el otro día el ministro en funciones Félix Bolaños para hurgar en la herida popular. En definitiva, que la legislatura se le puede hacer muy larga a Feijóo y a sus barones. Los dos más importantes tienen además como currículum que han conseguido gobernar en mayoría absoluta sin el apoyo de Vox. Porque visto cómo está distribuido el tablero político, el PP necesita que Vox sea irrelevante para poner optar a la mayoría absoluta.
Ayuso lo sabe. Su discurso agresivo y antisanchista en Madrid ha conseguido neutralizar electoralmente a la ultraderecha. Moreno Bonilla también lo ha hecho, pero con otro tipo de estrategia, más moderada. Desde Ferraz piensan que salen perdiendo si Ayuso sustituye a Feijóo como líder del PP. Porque ha demostrado ser una firme opositora a las políticas de Sánchez, porque tiene un importante aparato mediático a su favor y porque sabría arrastrar a mucho votante procedente de Vox. Habrá que ver, no obstante, si el ayusismo es exportable fuera de Madrid. La presidenta genera entusiasmo, pero también una gran animadversión. “Como enemigo político, es peor Ayuso”, sentencian fuentes socialistas. “La polarización extrema ha cambiado las reglas y ahí Ayuso juega con ventaja sobre Feijóo”.
Ayuso es ‘Skynet’
No obstante, el presidente nacional del PP tiene todavía muchas cartas a su favor. El as en la manga es que ese Gobierno de coalición progresista no se consolide debido a los múltiples apoyos nacionalistas que necesita. Algunos en el PP vaticinan que la legislatura que viene será corta, más intensa y compleja (con el PP mandando en el Senado y gobernando en 12 comunidades). “Sumar es una amalgama de partidos con muchas sensibilidades. Ya veremos cómo lo controla Yolanda Díaz. Y con socios como Carles Puigdemont, ERC o EH Bildu no se puede asegurar que Sánchez tenga un camino de rosas por delante”, explica un veterano dirigente del PP de Madrid. Es decir, que la legislatura puede ser mucho más corta que lo que espera el PSOE. Y eso le favorece a Feijóo.
Los tiempos, siempre los tiempos en política. Pero si no es así, este veterano dirigente recuerda que durante la cruenta guerra civil que se vivió en el PP en 2022 entre Pablo Casado y Ayuso muchos de los entonces casadistas (ahora ya no quedan en el partido o han dejado la política) bautizaron a la lideresa madrileña como ‘Skynet’. Para los poco cinéfilos, explicarles que Skynet es una de las claves de la saga Terminator. Y define a la perfección cómo se las gasta la presidenta de la Comunidad de Madrid.
En la primera película de la saga, una máquina enviada desde el futuro, ‘Terminator’, explica al que será líder de la resistencia y a su madre (John y Sarah Connor) que el holocausto nuclear lo desencadenará un sistema operativo creado por los propios humanos, que se volverá independiente y atacará a quienes lo diseñaron. En 2022, Ayuso tenía este apodo entre esos ‘casadistas’ que habían visto cómo la lideresa del PP madrileño había ido sumando poder sin que nadie la frenara y al final había matado a su creador. Ayuso, como ‘Skynet’ hizo con los humanos, se había cargado a Pablo Casado, su amigo íntimo, “su hermano”, quien le había dado su mejor oportunidad en política. El PP vivió entonces su particular día del juicio final.
Es verdad que aquella crisis tenía muchas cuitas personales. No todo era política. Y que Feijóo no tiene la debilidad que Casado, que se inmoló en pocos días y perdió todos los apoyos. “Todo dependerá de cómo avance la legislatura y la paciencia de muchos”, reitera este veterano dirigente. El escenario soñado para Feijóo dibuja una repetición electoral en la que el gallego volvería a ser el candidato sin contestación interna y donde se espera mejorar los resultados absorbiendo a Vox.
Pero si no hay elecciones, se abre la vía de la sucesión. Pocos ven a Feijóo en la oposición. Él siempre habló de que lo importante “no es ganar sino gobernar”. El veterano dirigente del PP antes consultado asegura que “yo no veo a Feijóo cuatro años en la oposición. No lo veo. Esperanza Aguirre (que está en todas las salsas) ya ha insinuado que tampoco lo ve. Y según los mensajes que Ayuso ha recibido en el teléfono móvil y que no quiere leer, tampoco. Tiempo al tiempo.
Seguir leyendo: