La portada de ‘The Guardian’ sobre las elecciones de España se hace viral: “Quiero una copia”

En su revista semanal, el prestigioso británico medio hace una lectura clara sobre el 23-J y es que nuestro país, y ha estado cerca, ha evitado a la extrema derecha en el Gobierno

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Portada de 'The Guardian Weekly'
Portada de 'The Guardian Weekly'

The Guardian Weekly pone en primera plana lo que en España pudo pasar inadvertido la noche del 23-J y hasta los días posteriores, enfrascada en las posibilidades de Alberto Núñez Feijóo y de Pedro Sánchez para ser investidos. La amenaza era real y nuestro país ha estado cerca de ver en su gobierno a la extrema derecha. La portada que ya a pocos se escapa es rotunda: un “águila fascista” -explica el medio- sobrevuela la bandera en la que estuvo durante décadas oscuras. Titular: ‘Una larga sombra’ o, como explica en el subtítulo, cómo España ha logrado frenar “la tendencia de la extrema derecha en Europa”.

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La tapa llegó de inmediato a todo quien sea usuario de las redes sociales y esté interesado en la política. El británico The Guardian, referencia en el mundo, había puesto el foco sobre nuestras elecciones con una apuesta ambiciosa tanto en el lenguaje como en la forma de ilustrar. La tapa es obra del madrileño Federico Yankelevich, que, entre muchos otros, también ha trabajado para The Economist o Financial Times.

Es solo el escaparate de una historia que explica el editor Graham Snowdon, quien también parece haber llegado al 23-J, movido por los sondeos, seguro de que gobernaría el PP de la mano de Vox. “Parecía una conclusión inevitable”, escribe el periodista. A su juicio, el águila sobrevolando la bandera “resume la ansiedad que sentían muchos en el país”. “Los valores de la vieja moral nacional-católica -continúa Snowdon- se cernían amenazantes sobre la democracia española”.

¿Es el fin de Vox?

Finalmente, el PP ha sumado 137 escaños y Vox, 33. Entre los dos suman 160 escaños, muy lejos de los 176 que marcan la mayoría absoluta y que encuestas que se presumían competentes garantizaban. Vox, además, venía de 52 escaños, ha perdido 19, como también la capacidad para presentar mociones de censura. Y de una posible vicepresidencia, de Santiago Abascal, y ministerios, la formación queda relegada a la intrascendencia. En votos, se ha dejado cerca de 700.000 respecto a hace cuatro años.

Esta semana que termina, la periodista de Infobae España María García Arenales indagó acerca de qué viene ahora, cuál es el horizonte de un partido como Vox en España. Pese a todo, sigue siendo la tercera fuerza. La conclusión es que la formación está tocada, pero no hundida. Recuerdan expertos consultados que su trayectoria guarda similitudes con la de la ultraderecha europea, que se mueve en unos márgenes de entre el 10 y el 20% de los votos.

“Vox no va a desaparecer como le pasó a Ciudadanos porque tiene una mayor resistencia”, señala en la citada información Guillermo Fernández, profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid. Fernández considera que aunque los de Abascal han logrado seducir a buena parte de su electorado con la idea de que vivimos en una “cultura de la cancelación promovida por la izquierda”, también se han dejado “llevar por la euforia” y “pecado de vanidad y pensado que podían dar rienda suelta a las partes más radicales de su proyecto, un envalentonamiento ideológico que ha sido contraproducente”.

“¡Quiero una copia!”, exclaman numerosos usuarios en Twitter aún a esta hora sobre el ejemplar, aplaudido y a la venta en numerosos quioscos que cuentan con prensa internacional. España ha evitado por ahora a la extrema derecha, no así algunas de sus comunidades autónomas, casos de Castilla y León, la Comunidad Valenciana o Extremadura. La historia no ha terminado, el peligro no ha pasado, subraya el Guardian.

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