Feijóo desaparece a la espera de un movimiento definitivo para la investidura

Hasta dentro de cuatro semanas el rey Felipe VI no encargará la investidura a ningún candidato, y las negociaciones entre los partidos de la izquierda también están paradas. El voto extranjero, además, ha complicado el escenario para Sánchez

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El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda abraza al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, este martes en Santiago. EFE/ Lavandeira
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda abraza al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, este martes en Santiago. EFE/ Lavandeira

Los diversos actos de campaña y múltiples entrevistas diarias de las últimas semanas contrastan con las 72 horas de silencio del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que desde el pasado 25 de julio, día del Apóstol Santiago, no ha ofrecido ninguna declaración pública. Todo se debe a los resultados del domingo electoral, que ofrecieron al PP 136 escaños, lejos de sus expectativas de alcanzar los 150 o 160 diputados en el Congreso, que le catapultarían a La Moncloa con o sin Vox. Ayer, el voto CERA le otorgó uno más, llegando a los 137. Modificó el escenario político, sí, pero especialmente para Sánchez, que necesita el sí de Junts. Para Feijóo, el tablero sigue intacto: si quiere ser presidente necesita la abstención del PNV y el apoyo de Coalición Canaria. Como mucho, el voto extranjero le facilita una posible repetición electoral.

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El lunes, Feijóo dio la correspondiente rueda de prensa tras la Junta Directiva Nacional, en la que aseguró que estaba buscando apoyos para una eventual investidura, un intento que rápidamente fue bloqueado por el ‘no’ del PNV. También hizo una especie de autocrítica achacando los resultados a una mala gestión de las expectativas que le ofrecían las encuestas. Y, a continuación, advirtió sobre la posibilidad de una “balcanización” del país si la izquierda lo llegaba a gobernar.

Tal y como se había comprometido una semana atrás, Feijóo viajó a Santiago de Compostela al día siguiente para la festividad del Apóstol, aunque no como presidente del Gobierno, como había pronosticado. Allí, casi de soslayo, ofreció unas declaraciones, en las que únicamente dejó claro su cambio de posición respecto al PSOE, un partido de Estado, al que hace menos de una semana se refería como “partido sanchista”.

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A partir de ese momento, no se volvió a saber nada de Feijóo. Las pistas sobre la dirección del partido las ofrecieron las baronías, en concreto, la de Isabel Díaz Ayuso y la de Juanma Moreno. Ayuso cerró filas con el líder nacional y apostó por una investidura del PP. Además, sin que la Dirección Nacional del partido se hubiese pronunciado, dio su opinión acerca de la postura que tendría que adoptar el partido respecto a Vox: “Yo siempre he sido de la teoría de ser el mejor Partido Popular para que su base electoral esté en su casa, y creo que se ha demostrado que funciona cuando se trabaja así en Madrid”, sentenció la presidenta madrileña.

Por su parte, el presidente andaluz, Juanma Moreno, también hizo lo propio y habló sobre el futuro del PP. Al igual que todos los dirigentes territoriales del PP, Moreno también apoyó públicamente a Feijóo, y a la extrema derecha le dedicó una intervención parlamentaria llena de reproches. “No es culpa del PP que hayan perdido 19 escaños”, les dijo a los de Abascal, a los que les afeó errores de bulto y un discurso hiperbólico, exagerado e incendiario.

La situación del PP respecto a Vox ha cambiado en cuestión de horas. Ya no necesitan a los de Abascal para una investidura que no cuentan con sacar adelante, por lo que valoran una estrategia que pasa por atraer a todos los votantes de la derecha hacia su partido, tal y como lo intentaron en la campaña electoral. De hecho, Moreno también criticó los errores de Vox durante las últimas semanas, en las que amenazó con “aplicar un 155 permanente” en Cataluña, que dos concejales de su grupo se quedaran sentados durante un homenaje a Miguel Ángel Blanco, que cuestionen abiertamente la violencia de género y los derechos de los homosexuales. “¿Es que no sabe que el 52% de la población son mujeres y hay padres y madres conservadores y de derecha, que sus hijos son homosexuales y se sienten violentados por sus actitudes?”, lanzó Moreno al grupo con el que, días antes, estaba dispuesto a compartir Ejecutivo.

Así se pronuncian los barones del PP mientras su líder sigue desaparecido y sin marcar estrategia. Parece que esta será la tendencia hasta que haya algún movimiento que tenga que hacer mover ficha al su partido, como el pronunciamiento del rey Felipe VI sobre a quién encargará la investidura de la Presidencia del Gobierno. Pero, para ello, aún quedan cuatro semanas.

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