España supera el PIB previo a la pandemia sin recuperar el consumo de los hogares: es el segundo más debilitado de la UE

La pérdida de poder adquisitivo ha lastrado el consumo privado, que sigue siendo un 3,4% inferior al de 2019. La previsión del Banco de España es que la bajada de la inflación y el avance de los salarios lo impulsen en los siguientes trimestres y compense el agotamiento de las exportaciones

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FOTO DE ARCHIVO: Un cliente
FOTO DE ARCHIVO: Un cliente paga su compra en una tienda de frutas y verduras en un mercado de abastos de la capital andaluza de Sevilla, sur de España 7 de marzo de 2016. REUTERS/Marcelo del Pozo

La economía española ha conseguido superar su nivel de PIB previo a la pandemia en 2023 según los últimos datos del INE publicados este viernes, que han corregido levemente a la baja el crecimiento de algunos trimestres anteriores. La recuperación se habría terminado de producir entre los meses de abril y junio, aunque el primer trimestre del año se quedó muy cerca de hacerlo.

Sin embargo, España ha sido el penúltimo país de la Unión Europea en conseguir este avance, solo por delante de la República Checa y descontando el caso de Alemania, que recuperó el PIB prepandemia en el primer trimestre de 2022, pero lo volvió a perder con la entrada en recesión técnica.

Los factores claves en la recuperación son, según muestra la Contabilidad Nacional, el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios, que en el segundo trimestre de 2023 han sido un 8,21% superiores a las del último trimestre de 2019, y el aumento del consumo público, que es un 7,47% superior al de antes de la pandemia.

En el lado contrario destaca, con una caída del 3,4%, el débil consumo de los hogares, cuyo poder adquisitivo se ha desplomado por la inflación y la menor subida de los salarios, a lo que se han sumado las subidas de tipos de interés por parte del BCE. Tampoco se ha terminado de recuperar la inversión, aunque está cerca de hacerlo: la formación bruta de capital es un 0,81% inferior a la de 2019.

Según los últimos datos de Eurostat, referidos al primer trimestre de 2023, el consumo de los hogares españoles es el segundo que más ha caído de la UE en comparación con los tres últimos meses de 2019 (-4,88%), solo por delante del consumo privado de la República Checa (-9,56%). Otros tres países tampoco han recuperado los niveles de consumo anteriores a la crisis: Alemania (-3,53%), Italia (-1,17%) y Austria (-1,86%).

El leve avance del consumo de los hogares o incluso retroceso de algunas de las principales economías europeas contrasta con el fuerte crecimiento de los países del Este: el consumo privado aumenta un 14,2% en Letonia en comparación con 2019, un 13,16% en Bulgaria, un 12,14% en Rumanía y un 10,48% en Eslovenia.

De hecho, Rumanía y Eslovenia han adelantado a España en consumo per cápita en 2022. Dicho indicador, que “puede ser más útil” que el PIB per cápita para “comparar el bienestar relativo de los consumidores en varios países”, según explica el organismo estadístico comunitario, refleja que la brecha entre España y la UE se ensancha desde el inicio de la Gran Recesión.

La pérdida de poder adquisitivo y de consumo es consecuencia, en gran medida, de que los salarios hayan avanzado mucho menos que los precios. Según los últimos datos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral, del primer trimestre de 2023, el coste salarial por trabajador solo ha aumentado un 2,47% en comparación con el último trimestre de 2019, mientras que los precios han crecido un 13,4% en el mismo periodo.

Pese a que esta ha sido la tendencia hasta el momento, los datos de Contabilidad Nacional del segundo trimestre de 2023 apuntan al inicio de un cambio en los factores que impulsarán el PIB en los próximos trimestres. Esto concuerda con otros indicadores, como los de avance salarial más intenso desde el inicio de 2023, aumento de la tasa de ahorro de los hogares y fuerte crecimiento del empleo.

El consumo privado tendrá que coger el relevo de las exportaciones

El Banco de España ya detectó durante la presentación de su informe anual en mayo que el consumo se estaba recuperando en el segundo trimestre debido al empleo, el cual ha compensado parcialmente el efecto de la pérdida de poder adquisitivo por las expectativas que genera tener un trabajo indefinido.

De hecho, esta senda de recuperación se acelerará en los próximos meses y en 2024 por la menor inflación y el avance de los salarios y será el consumo privado el que tire del PIB ante el agotamiento de la demanda exterior. El citado informe percibe que el crecimiento reciente de los flujos comerciales de bienes ha sido mucho más moderado, sobre todo por lo que respecta a las exportaciones.

Además, el avance de las ventas de bienes al exterior en 2022 y al comienzo de 2023 fue “modesto”, en línea con la notable debilidad mostrada por el comercio mundial y la irremediable reducción de la demanda de otros países europeos tras la entrada en recesión técnica de la eurozona.

El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, explicó que el descenso del sector exterior se deberá a que “ya hemos alcanzado y superado niveles prepandemia” en las exportaciones turísticas, por lo que cabe esperar que no crezcan al mismo ritmo en los próximos periodos.

Por el momento, el consumo de los hogares ha crecido un 1,6% respecto al trimestre anterior y un ligero 0,5% en comparación con el mismo periodo de 2022. Las exportaciones, por su parte, son un 0,7% mayores en comparación interanual, pero caen un 4,1% en comparación trimestral. Los riesgos para que el consumo privado tome el relevo de las exportaciones son que la inflación repunte más de lo esperado y que el BCE continúe subiendo los tipos de interés.

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