Así queda el Congreso de los Diputados después del recuento del voto CERA

El PP suma un nuevo diputado, el número 16 por Madrid, que le corresponde Carlos García Adanero, ex de UPN

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Fachada del Congreso de los Diputados. (Óscar J.Barroso - Europa Press)
Fachada del Congreso de los Diputados. (Óscar J.Barroso - Europa Press)

La noche electoral fue una de las más ajustadas que ha vivido España en democracia. Cada voto contaba y podría suponer el baile de escaños clave. El 23-J dejó un parlamento completamente fragmentado y fortaleció al bipartidismo, en horas bajas los últimos años. Desde 2015, cuando entraron Ciudadanos con 25 escaños y Podemos con 69, nunca habían logrado tanta cuota de poder.

El Partido Popular obtuvo 136 representantes, un aumento de 47 escaños con respecto a las elecciones de noviembre de 2019. El PSOE, contra todo pronóstico, mejoró en dos diputados su resultado del 10-N. Por otro lado, la ultraderecha cayó de forma pronunciada, dejándose 600.000 votos y 19 representantes, y Sumar, aunque bajó con respecto a Unidas Podemos en 2019, mejoró el resultado de su espacio político si se mira a las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo.

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Este viernes, el recuento del voto extranjero ha dado un vuelco significativo al escenario que se dibujó el 23-J. En Madrid, el diputado número 16 del Partido Popular ha logrado el escaño que no consiguió el domingo. Los populares alcanzaron en la capital los 1.749 votos de ventaja que le llevaba el PSOE, que defendía sus 11 representantes. No lo logró y ahora serán diez, por los 16 de los de Feijóo

Con este cambio, las mayorías también lo hacen. Ahora, la suma de votos del PP, Vox, UPN y Coalición Canaria agrupan un total de 172 representantes. Por otro lado, el bloque de izquierdas y las fuerzas nacionalistas e independentistas, es decir, PSOE, Sumar, PNV, ERC, BNG, Eh Bildu, solo anotan 171 diputados. Con estos números, ni siquiera en la segunda votación de la investidura, en la que tan solo se necesita una mayoría simple, es decir, más síes que noes, Sánchez lograría la confianza de la cámara.

Este es el reparto de escaños

- PP: 137 escaños

- PSOE: 121 escaños

- Vox: 33

- Sumar: 31

- ERC: 7

- Junts: 7

- EH Bildu: 6

- PNV: 5

- BNG: 1

- UNP: 1

- CC: 1

Qué necesitan Feijóo y Sánchez para gobernar

Con la redistribución de los asientos, las mayorías se ven alteradas. Ahora, la suma de los votos del PP, Vox, UPN y Coalición Canaria alcanza un total de 172 representantes. En contraste, el bloque de partidos de izquierda y fuerzas nacionalistas e independentistas, es decir, PSOE, Sumar, PNV, ERC, BNG y EH Bildu, cuenta con 171 diputados en total. Por lo tanto, incluso en la segunda votación de investidura, que solo requiere una mayoría simple (es decir, más votos a favor que en contra), Sánchez no obtendría la confianza del parlamento.

Existen tres escenarios posibles debido a la aritmética parlamentaria. El primero implicaría que Junts dé su voto afirmativo a Sánchez, aunque esto podría ser más complicado y costoso que simplemente abstenerse. Con el apoyo de los independentistas catalanes, el PSOE alcanzaría un total de 178 votos, dos más de los necesarios para asegurar la mayoría absoluta.

Otra opción, aunque también compleja, sería que la izquierda lograra el apoyo de Coalición Canaria y, al mismo tiempo, la abstención de Junts Per Catalunya. Esta doble jugada permitiría a Sánchez formar un nuevo Gobierno de coalición. Sin embargo, la representante de Coalición Canaria ya ha dejado claro que no apoyará ningún Gobierno que involucre a “la extrema izquierda o la extrema derecha”, haciendo referencia a Sumar y Vox, respectivamente.

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La tercera opción es una posible repetición electoral, ya que el Partido Nacionalista Vasco ha descartado completamente negociar con Feijóo debido a sus pactos con la ultraderecha en comunidades autónomas y ayuntamientos. En un principio, la intención de los populares era reunir los votos del PP, Vox, Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro y el PNV, sumando 177 votos afirmativos frente a los 173 votos de oposición del bloque de la investidura. De esta manera, Feijóo obtendría la confianza de la cámara y podría formar Gobierno.

Si tanto la investidura de Feijóo como la de Sánchez fracasaran, se pondría en marcha el llamado ‘reloj de la democracia’, que establece plazos a partir del fallo de la segunda votación de investidura. Los grupos parlamentarios tendrían dos meses para formar una mayoría, ya sea simple o absoluta, y lograr investir a un nuevo presidente del Gobierno.

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