A lo largo de sus ya siete entregas, Misión Imposible ha demostrado que en cualquiera de sus películas puede pasar de todo: sobrevivir minutos bajo el agua, escalar el edificio más alto del mundo sin ningún tipo de seguridad o transformarse en cualquier otra persona a través de esas máscaras que ya son marca de la casa en la franquicia creada con la serie de televisión de Bruce Geller. El desfile de estrellas a lo largo de las películas, desde Jon Voight en la primera entrega a Hayley Atwell en la última también ha sido característico, aunque siempre manteniendo como gran estrella al rostro de la saga, Tom Cruise. Pero todo ello podía haber cambiado con la última entrega.
Tal y como desvela Christopher McQuarrie, director de las películas de Misión Imposible desde Nación secreta y buen amigo de Tom Cruise, Julia Roberts podía haber aparecido en Misión Imposible: Sentencia Mortal - Parte 1, tal y como era su intención inicial. Además, la actriz de Pretty Woman iba a tener un papel relativamente importante, nada menos que un viejo amor del personaje al que da vida Cruise, Ethan Hunt. Al contario de lo que se ve en la película, el director había ideado una secuencia bastante larga en el que se nos desvelaba una antigua relación amorosa de la vida de Hunt, antes incluso de los hechos que acontecen en la primera entrega de la saga.
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“Dije: ‘Vale, si estuviera haciendo esta secuencia, sería Tom (Cruise) en, digamos, 1989. Sería una Misión: Imposible dirigida por Tony Scott. Miramos Días de trueno para fijarnos en el estilo y cómo la habría rodado él, entonces empezamos a pensar en quién podría ser la chica. Eché la vista atrás para ver quién era la joven promesa del cine en 1989 y me topé con Mystic Pizza y en ese momento me di cuenta: tenía que ser Julia Roberts, una Julia Roberts anterior a Pretty woman, relata McQuarrie. Sin embargo, no todo era tan bonito, pues había un gran problema. Y es que pasaba por someterla, como al resto de actores, a un proceso de rejuvenecimiento digital, tal y como ocurre con Harrison Ford en la secuencia inicial de Indiana Jones y el dial del destino.
“La única manera que veía de hacer justicia a esa secuencia -usando el rejuvenecimiento- era convencer de alguna forma a Julia Roberts para que formase parte del principio de la historia. Y claro, cuando empiezas a pensarlo te das cuenta de que todo el mundo iba a estar pensando solo en el rejuvenicimiento de Julia Roberts, como de Tom Cruise o de Esai (Morales) y Henry Czerny”, explicaba el director, quien además señala que el proceso de rejuvenicimiento digital tiene un gran coste, tal y como se ha demostrado en otras ocasiones, como los casos de Marvel con Michael Douglas y Michelle Pfeiffer o Samuel L. Jackson, entre muchos otros.
La gran olvidada del verano
“Me cobraron la factura de rejuvenecer a esas personas antes incluso de tener en cuenta sus sueldos. Y si ponías a dos de ellos juntos en un plano, o a tres de ellos juntos en un plano, habría sido tan caro como el tren para cuando hubiéramos terminado”, explica McQuarrie. En su lugar, la secuencia quedó recortada a un breve flashback en el que vemos a Ethan Hunt en una misión fallida en la que Gabriel (Esai Morales) acaba con la vida de la que se da entender era pareja de Hunt. Una escena que como tal solo sirve para introducir al personaje de Gabriel, el antagonista de esta entrega, y en gran medida reforzar esa idea de que todas las mujeres que pasan por la vida de Hunt están condenadas a acabar de la peor forma posible.
La ausencia de Julia Roberts no es la única gran cosa que ha perdido Misión Imposible: Sentencia Mortal, pues se ha encontrado en un escenario muy desfavorable. El estreno de las otras dos grandes películas del verano y el año entero le han arrebatado por completo el protagonismo y, sobre todo, a los espectadores. Todo ello en una película que es igual de emocionante e incluso más contestataria que las otras dos, en su defensa por la autenticidad y el realismo en detrimento de las inteligencias artificiales y los efectos digitales para todo, representados en ese criatura maligna que es La Entidad. Jamás sabremos qué hubiera pasado con Julia Roberts, pero parece claro que tomaron la mejor decisión posible para ser consecuentes y lógicos con la saga.
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