El PP opta por un perfil bajo a la espera de un traspié de la izquierda

El respaldo a Feijóo y la apuesta por una investidura, aunque resulte fallida, son parte del plan del PP para no generar ruido innecesariamente

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Foto: Carlos Luján - Europa Press
Foto: Carlos Luján - Europa Press

El PP de Alberto Núñez Feijóo está desaparecido desde el 23 de julio. El análisis de la estrategia poselectoral continúa en Génova, sin todavía decantarse por un rumbo fijo. Lo mejor que pueden hacer, por ahora, es ver, oír y callar. Solo han tomado dos decisiones con el objetivo de no generar más ruido: cerrar filas con Feijóo y asegurar que intentarán una investidura.

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Los resultados no son los esperados y Alberto Núñez Feijóo no está contento con ellos, admiten fuentes del partido. Por lo que, teniendo en cuenta esta situación, es necesario un plan que, como mínimo, no empeore la situación. El PP descarta dos posibles vías: dar un nuevo vuelco al partido y cambiar de candidato, y no aceptar un eventual encargo del rey para ir a la investidura. De momento, se decantan por la tercera: mantener a flote la idea de que el PP ha ganado los comicios con 136 escaños, por lo que le corresponde gobernar. Para ello hay que mantener al candidato ganador, Alberto Núñez Feijóo, además de no hacer demasiado ruido interno.

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Ayuso cumple con Génova y acalla los rumores

Así, desde el pasado lunes, cuando se celebró la Junta Directiva Nacional, en Génova reina el silencio. La única que salió para romperlo fue Isabel Díaz Ayuso, que tras una reunión con la cúpula nacional, aseguró su respaldo a Feijóo, descartando, por su parte, un paso al frente para liderar el partido nacional. De hecho, la contundencia en sus declaraciones para cerrar filas con el candidato confirmó la división del partido sobre su continuidad. “No puede ser que el jueves estuviéramos en un mitin con él aplaudiéndole, y el martes tirándole por un puente. Esto no puede ser así, nosotros no somos podemitas. Somos un partido de principios. La persona que el jueves era idónea para presidir España, lo sigue siendo”, declaró la presidenta madrileña.

Ayuso también dejó patente su fórmula para levantar al partido: “La única batalla que se pierde es la que no se da”, dijo en alusión a una investidura, a la que, a su juicio, tiene que asistir Feijóo.

Con su batalla, Ayuso no habla de recabar apoyos para una investidura de Feijóo, sino de mantenerse en la retaguardia como una opción de gobierno a la espera que un traspié o error que pueda hacer tambalear las posibilidades de la izquierda.

Y es que los tiempos en política son importantes. En cuestión de un mes pueden pasar muchas cosas, sobre todo con unas negociaciones abiertas. El PSOE aún no tiene asegurada la abstención de Junts. Es decir, la pelota está en el tejado de la izquierda, lo que también significa que puede perderla.

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