El lunes todavía no estaba decidido si Alberto Núñez Feijóo iría a una eventual investidura fallida. El partido no estaba seguro del camino a tomar hasta el miércoles, cuando la secretaria general, Cuca Gamarra, anunció que Feijóo se presentaría a esa sesión en el Congreso de los Diputados si el Rey Felipe VI así se lo solicitaba. Con esta decisión, se daba por zanjada la crisis de liderazgo del candidato, además de una polémica ruidosa sobre la decisión que tomaría el mismo.
Así, la patata caliente pasa a manos del monarca, que ahora es el que tiene que decidir a qué candidato propone primero para la investidura: al que ha recabado más votos y escaños, pero no lograría superarla, o al que ha quedado en un segundo puesto, pero puede recabar los apoyos suficientes.
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Es una situación complicada e inédita. Los antecedentes se remontan al año 2016, después de que Mariano Rajoy ganase las elecciones generales de diciembre de 2015, pero sin suficientes apoyos para una investidura que, en este caso, tampoco reunía la izquierda. La decisión del Rey fue menos compleja en este momento, ya que la lógica apuntaba a que tenía que ser Rajoy, el ganador de las elecciones y la opción más aventajada, el que tenía que enfrentarse a una investidura. Aunque en este caso, el exdirigente gallego declinó el ofrecimiento.
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Aunque en estos comicios ninguno, de momento, reúne los suficientes apoyos para superar la prueba parlamentaria para ser investido, el bloque de la izquierda tiene más posibilidades, sin embargo, el ganador de los comicios es el PP. Así, tras la constitución de las Cortes el próximo 17 de agosto, Felipe VI se reunirá con los representantes de los distintos grupos parlamentarios para elegir a un candidato a la Presidencia del Gobierno.
El artículo 99 de la Constitución no da más pistas sobre quién podría ser el escogido: “el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno”, señala. Y también indica que, si no prospera, la votación se repetirá a las 48 horas con una rebaja de las condiciones del candidato para ser investido: solo necesitaría mayoría simple, es decir, más ‘síes’ que ‘noes’.
Mientras los socialistas airean el avance de sus negociaciones para exhibir los apoyos que tendrían en una eventual investidura, el PP asegura que también está dispuesto a enfrentarse a la misma. De hecho, entre sus filas ya se dan acusaciones cruzadas de presiones al Rey para ver quién logra primero su propuesta. Es el caso del actual senador Rafael Hernando, que mientras acusa a la “izquierda sanchista” de presionar “groseramente” a Felipe VI, envía un recado al monarca: “Hasta ahora, siempre propuso en primer lugar al candidato del partido más votado”, señala en redes sociales.
Sería bueno q la izquierda Sanchista dejara de presionar groseramente al Rey
— Rafael Hernando (@Rafa_Hernando) July 27, 2023
Será su SSMM quien hará las consultas pertinentes
Hasta ahora, siempre propuso en primer lugar al candidato del partido más votado
Aún cuando sabía q no tendría mayoría
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