Pablo Echenique, el físico teórico que fue oposición a Pablo Iglesias y acabó siendo uno de los más leales ‘pablistas’

Tras su paso por la política institucional, Echenique regresará al CSIC

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Pablo Echenique, dirigente de Podemos, dice adiós al Congreso de los Diputados y a la política y volverá a su puesto en el CSIC.

Pablo Echenique ha sido una de las figuras más importantes de Podemos de los últimos años. Durante esta legislatura, ha sido portavoz del grupo confederal de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados y voz autorizada para hablar de su formación y del espacio político que representa.

Tras quedar fuera de las listas de Sumar en Aragón -su puesto lo ocupó la Chunta Aragonesista- para concurrir a las elecciones el pasado 23 de julio, Echenique pronunció este miércoles el que fue su último discurso en la sede de la soberanía nacional. Durante su intervención, criticó la falta de adaptación de las Cortes a las personas con discapacidad, tuvo bonitas palabras hacia Pablo Iglesias e Irene Montero y apuntó a que la guerra con Sumar, el proyecto de Yolanda Díaz, tan solo había sido una tregua por la cita electoral, nada de paz. Echenique sugirió que Podemos “debería tener autonomía política” dentro del grupo parlamentario de Sumar.

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Echenique abandona la política institucional para volver a su profesión, físico teórico en el CSIC: “En unos días solicitaré mi reincorporación”, expresó. El aún portavoz de Unidas Podemos se ha pasado los últimos diez años vinculado a la formación morada, a la que llegó uniéndose al círculo de discapacidad -espacios que creó la formación en sus inicios para crear el proyecto político de Podemos, lo que Yolanda Díaz llamó “grupos de trabajo”-.

Desde su incorporación a la formación, Echenique participó en ‘Sumando Podemos’, un espacio en el que coincidió con perfiles como Teresa Rodríguez y en el que se defendió la descentralización de Podemos y el modelo asambleario como forma organizativa. Un espacio que, claramente, hacía oposición al modelo que Pablo Iglesias quería implantar dentro del partido. Echenique pasó desapercibido hasta octubre de 2014, cuando se celebra Vistalegre I. En aquella asamblea ciudadana, el físico no esconde sus posiciones, aunque renuncia a presentar un proyecto alternativo al de Iglesias.

En aquel cónclave, Echenique propuso que Podemos utilizara Telegram, la aplicación de mensajería, como método estandarizado de comunicación dentro de la organización. Lo consiguió. Hoy en día, su propuesta sigue vigente, diez años después.

Pablo Echenique e Irene Montero
Pablo Echenique e Irene Montero tras las elecciones de 2019 en el Congreso de los Diputados. (Eduardo Parra/Europa Press)

Los derrotados de Vistalegre I fueron, sin duda, los anticapitalistas, que quedaron reducidos a aspirar a expandir únicamente su poder en las instituciones Europeas. Al Parlamento Europeo llegó Echenique en 2014, iba como número cinco. Su presencia en las instituciones europeas permitió que se adaptaran los edificios para personas con discapacidad, aunque su labor como eurodiputado duró menos de un año. Renunció a su acta para centrarse en el proyecto político de Podemos en Aragón, un territorio en el que ganó las primarias y encabezó, en mayo de 2015, las listas de la formación para el parlamento autonómico. Logró un 20.5% de los votos.

El buen resultado en las autonómicas le permiten ganar peso en el partido. Paralelamente, su oposición a Iglesias se va transformando en entendimiento y lealtad mutua, hasta el punto que en 2016, el secretario general de Podemos, le propone la Secretaría de Organización del partido. Sergio Pascual había sido recientemente cesado por Iglesias después de que fuera pillado articulando una maniobra para dividir los apoyos de líder de los morados en favor de las tesis de Errejón. En abril de 2016, Pablo Echenique acepta.

Su primera misión no es sencilla. Ante la repetición electoral de 2016, producida por la falta de apoyos de Rajoy y el pacto fallido de Sánchez y Rivera, Iglesias le encarga pactar con IU una coalición electoral. Echenique se pone a ello y logra cerrar un acuerdo con el, también aragonés, secretario de Organización de IU, Adolfo Barrena, dando lugar al llamado Pacto de los Botellines.

En 2019, después de Vistalegre II y tras la salida de Errejón de Podemos, Echenique deja la política autonómica a un lado y encabeza las lista de Unidas Podemos por Zaragoza. Las negociaciones con el Partido Socialista no llegan a buen puerto, el veto de Sánchez a Iglesias y la falta de acuerdo entre ambas formaciones, obliga al país a ir a una repetición electoral. Echenique, junto a Ione Belarra, juegan un papel fundamental en la negociación con el PSOE, unas conversaciones que tensan las relaciones entre ambos partidos.

Echenique repitió en Zaragoza en las elecciones generales del 10 de noviembre y logró sacó escaño, convirtiendose, esta vez sí, después del pacto de gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos, en el portavoz del grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados.

Su marcha de la política supone la salida de una de las caras históricas del inicio de Podemos. Su nombre se une a la lista de otros muchos perfiles que, tras las elecciones del 23J, han quedado fuera después del pacto electoral con Sumar. Ahora, casi diez años después de la fundación de Podemos el único que perdura en política es Iñigo Errejón, que en estas elecciones iba como número cuatro por Madrid, por delante de Ione Belarra, la actual secretaria general de Podemos.

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