Este verano, la presencia de la carabela portuguesa en las playas de norte de España ha obligado a izar la bandera amarilla o roja en varias ocasiones. Esta semana, Salvamento registró dos ejemplares en el arenal de Rodiles, en Villaviciosa (Asturias). Las carabelas llegaron a principios de semana a la costa asturiana por la zona de Avilés y su presencia se ha extendido a más playas del litoral oriental.
Durante la primera quincena de julio, esta especie fue vista en las playas que bañan San Sebastián, Zarautz, Getaria, Hondarribia y Santander, donde tres personas fueron atendidas en la playa de la Bahía, otras dos en la de Ondarreta y otra en la Isla por sus picaduras.
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También se la llama“falsa medusa” por su parecido, pero son animales completamente distintos. Sobre todo, en lo que a su picadura se refiere, la de la carabela es mucho más molesta y produce un dolor y quemazón mayor que la de las medusas, por eso, es muy importante que los bañistas se salgan del agua si las ven y que alerten al socorrista para que ice la bandera roja, pero para ello, es necesario reconocerlas.
Cómo diferenciar una carabela portuguesa de una medusa
La carabera tiene un color azul y purpura muy llamativo y su forma es muy particular. En la parte superior, cuenta con una especie de globo que pueden alcanzar los 30 centímetros de diámetro de lleno de gas que utiliza como flotador y le permite moverse. A diferencia de las medusas, esa bolsa flota en la superficie del agua, mientras que los tentáculos, que pueden medir hasta 50 centímetros, se quedan por debajo.
Consecuencias de la picadura de la carabela portuguesa
Los tentáculos de la carabera están cubiertos de unas cápsulas con veneno que pueden paralizar y matar a los peces y otras criaturas pequeñas que les sirven de alimento.
En humanos, la picadura produce quemazón y dolor intenso, pero no entabla más riesgos. Sin embargo, puede resultar peligrosa en niños, ancianos y personas con problemas de salud, como infecciones o alergias, pero rara vez se han registrado casos de muerte.
Qué hacer si te pica
- No tocar la zona afectada a pesar del picor, ya que se pueden activar más cnidocitos, un tipo de células sensoriales que se adhieren a la piel tras el roce con la carabela y contienen el veneno.
- Lavar la zona con suero fisiológico o agua de mar, pero nunca con agua dulce. Tampoco aplicar otra serie de líquidos como amoniaco, orina o vinagre.
- En caso de no poder acudir a un puesto de salvamento cercano, se deben retirar los tentáculos que queden adheridos a la piel con unas pinzas o con algún objeto de borde fino, evitando volver a rozar con la piel el tejido pegado.
- Acudir a un centro de salud, sobre todo, si la persona afectada es alérgica a las picaduras o si empieza a tener algún tipo de brote que le dificulte respirar.
- Una vez ya se ha pasado por un profesional y se ha limpiado correctamente la zona, se pueden recurrir a otros remedios como la aplicación de pomadas específicas, antihistamínicos y analgésicos para calmar el dolor, o colocar hielo para bajar la inflamación. Por el contrario, nunca se debe aplicar calor, ni exponer la zona afectada al sol.
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