La trágica vida de Jean Tatlock, la psiquiatra que rechazó a Oppenheimer y da vida Florence Pugh

La película de Christopher Nolan solo da unos pocos detalles de la vida de esta gran mujer

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Jean Tatlock, la mujer a la que da vida Florence Pugh en 'Oppenheimer'
Jean Tatlock, la mujer a la que da vida Florence Pugh en 'Oppenheimer'

Todo el mundo habla de ella. Oppenheimer se ha convertido en el fenómeno del verano y en una de las grandes películas de 2023. La cinta de Christopher Nolan ha conseguido atraer a millones de espectadores al cine para conocer la vida de Robert J. Oppenheimer, el padre de la bomba atómica y cuya vida estuvo marcada también por todas las personas con las que se relacionó, pero sobre todo una en concreto.

Se trata de Jean Tatlock, el personaje al que da vida la actriz británica Florence Pugh y cuya vida fue mucho más allá de ser la supuesta amante de Oppenheimer, tal y como se muestra en la película con una de las escenas que más polémica han levantado. Es cierto que Tatlock fue indispensable en la vida del físico, pero tanto su vida como su muerte estuvieron rodeadas de grandes sucesos y mucho misterio.

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Nacida en Michigan en 1914, Tatlock era la hija de John Strong Perry Tatlock, un profesor de inglés doctorado por Harvard y que terminaría haciéndose buen amigo de Oppenheimer cuando ambos coincidieron en la Universidad de Berkeley en California, donde el físico conocería también a su hija Jean. La joven acudió primero a la Vassar College, una escuela liberal de artes en Nueva York en 1931. Un año antes se tomó un año sabático por Europa, a través del cual nacería su interés por la psicología y los estudios de Carl Jung que la llevarían a estudiar psiquiatría más adelante.

En Berkeley conoció a Oppenheimer, que tenía diez años más que ella y era profesor asistente de física. Ambos empezaron a salir y se dice que Oppenheimer se enamoró de ella: “Jean fue el amor más verdadero de Robert. La amó más que a nadie, estaba entregado a ella”, reconocería el también físico y buen amigo de Oppenheimer, Robert Serber. Además, este le propuso matrimonio hasta en dos ocasiones, pero Jean lo rechazó. Meses después Oppenheimer conocería a Kathering ‘Kitty’ Puening, la bióloga a la que da vida en la película Emily Blunt y con la que el físico terminaría casándose y teniendo dos hijos.

"Oppenheimer" (Universal Pictures)
"Oppenheimer" (Universal Pictures)

Hay un detalle importante a tener en cuenta que no se menciona en la película y es que Tatlock sufría de depresión clínica. Y, tras haberlo dejado con Oppenheimer, la psiquiatra comenzó a sufrir episodios depresivos cada vez más grandes, teniendo que recurrir a distintos medicamentos para paliar su situación. Se produciría un último encuentro entre ella y el físico poco antes de su muerte, el 14 de junio de 1943. Para aquel entonces la carrera de ambos estaba en su punto álgido, él como hombre al frente del ambicioso y confidencial Proyecto Manhattan y ella como psiquiatra pediatra residente en un hospital de San Francisco.

Una muerte en extrañas circunstancia

Hasta la ciudad californiana se desplazó Oppenheimer, seguido de cerca por miembros del FBI, que tenían desde hace tiempo vigilada a Tatlock y sabían de sus intermitentes relaciones con el Partido Comunista. Fue Tatlock quien introdujo al físico en el partido y sus ideales desde 1936, algo que terminaría pesando en su contra y haciendo que la sombra de la sospecha se cerniese sobre el científico hacia el final de su carrera. En cualquier caso, se sabe que ambos se encontraron por última vez en San Francisco, quien sabe si para despedirse para siempre porque lo siguiente que se sabe es que Jean Tatlock se quitó la vida.

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El 4 de enero de 1944 el padre de Jean entró en su domicilio a través de una ventana ya que no conseguía que nadie le abriera y su hija llevaba días sin contestar al teléfono. La encontró muerta en la bañera, con la cabeza sumergida en el agua y una nota junto al cuerpo. “Estoy disgustada con todo. A quienes me amaron y me ayudaron, todo el amor y el coraje. Quería vivir y dar, y de una forma u otra me quedé paralizada. Intenté entender, pero no pude… Habría sido una responsabilidad toda mi vida, al menos puedo librar de la carga de un alma paralizada a un mundo en conflicto”, decía la nota.

Aunque se han formado muchas teorías conspirativas con respecto a la muerte de Tatlock, a saber, que pudiera ser asesinada por sus conexiones con el Partido Comunista y demás, lo cierto es que la autopsia revelaba una muerte por ahogamiento y ninguna señal dea alcohol en el cuerpo o que los barbitúricos que tomaba alcanzasen órganos vitales. Oppenheimer, por su parte, nunca se recuperó de la muerte de Tatlock, y como pequeño homenaje le puso el nombre su poema favorito a la primera prueba con la bomba, Trinity.

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