La tercera portera de Zambia, al rescate contra España: la titular está lesionada y la suplente fue expulsada

La selección africana, esta vez inmersa en una crisis sí deportiva, tendrá que recurrir a la joven Eunice Sakala, de 21 años, para medirse a una de las favoritas del Mundial femenino de fútbol este miércoles

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Sakala, la portera de Zambia
Sakala, la portera de Zambia contra España (AP Photo/John Cowpland)

No se puede decir que Zambia tenga la suerte de su lado en su estreno en un Mundial femenino de fútbol. Antes de jugar su primer partido en Nueva Zelanda, las cosas ya iban rematadamente mal. No en lo deportivo, donde se atisbaba incluso alguna posibilidad de ser equipo revelación, pero sí en lo extradeportivo: su seleccionador está bajo investigación por supuestas “conductas sexuales inapropiadas” con las jugadoras, dos integrantes del combinado africano se han caído del mismo por lesiones muy sospechosas (protestaron activamente por impagos no hace mucho) y hay dudas con el género de la capitana y principal estrella, Barbra Banda. A todo esto hay que añadir ahora un quebradero de cabeza que, esta vez sí, se ciñe a lo que ocurre en el terreno de juego: tienen la portería bajo mínimos.

Esta circunstancia no se entiende sin profundizar antes en una de las historias ajenas al deporte que marcan la actualidad del rival mundialista de España este miércoles (9:30 horas, La 2 y RTVE Play). Su protagonista es Hazel Nali, teórica portera titular de Zambia. Esta, también en la teoría, se rompió el ligamento cruzado anterior en un amistoso contra Alemania. En la práctica, la futbolista asegura que podría ser de la partida: “Pregunté si tenía realmente uno de los ligamentos de la pierna roto, porque puedo caminar y puedo hacer todo. No estoy cojeando. El único dolor que tengo es cuando doblo la rodilla, no tengo ningún dolor”.

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Nali, que se ha negado incluso a firmar el formulario para anunciar a la FIFA que ya no puede ser de la partida, sigue junto a sus compañeras en tierras neozelandesas: se espera que sea operada de su supuesta lesión en Auckland. Un problema físico que no convence ni a la propia interesada, quien, casualidad o no, lideró, junto a Grace Chanda (la otra baja dudosa de esta Zambia, en su caso por “enfermedad”), unas reivindicaciones económicas que no sentaron nada bien a la Federación de su país.

La expulsión de Musonda contra
La expulsión de Musonda contra Japón (REUTERS/David Rowland)

Las jugadoras no tuvieron más remedio que aceptar el dinero que se les dio, aunque consideraron que no se ajustaba a lo que se les debía (había asignaciones pendientes relativas incluso a la Copa de África de 2022). Además, desde el ente federativo se acusó de “indisciplinadas” y de ejercer “mala influencia” a Nali y Chanda: sea por el motivo que sea, ninguna de las dos compite con su equipo nacional en estos momentos.

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Japón agudiza el drama

En un principio, la ausencia de Nali iba a suplirse dándole el puesto a la suplente, Catherine Musonda. Sin embargo, los planes han tenido que cambiar ya en pleno Mundial, porque recibió dos tarjetas amarillas contra Japón y, por tanto, la tarjeta roja: fue expulsada. Una zancadilla sobre Riko Ueki en los últimos minutos resultó un mal añadido al ya de por sí digno de sonrojo 0-5 que recibieron las africanas en su primer partido en una Copa del Mundo.

Así pues, la joven Eunice Sakala tuvo que acudir al rescate: tiene 21 años, llegaba a la competición como tercera portera de Zambia y se vio obligada a debutar como internacional absoluta contra el conjunto nipón. Lo cual quiere decir que apenas llevará unos minutos de rodaje con las mayores cuando el balón ruede contra las españolas.

Hazel Nali en un partido
Hazel Nali en un partido con Zambia (REUTERS/Molly Darlington)

¿Qué pasará si las desgracias siguen acumulándose y hace falta recurrir a una cuarta portera? Las miradas se fijarán entonces en Leticia Lungu, de apenas 18 años. “Ella estará en el banquillo. Si pasa algo, todavía tenemos otra portera para reemplazar”, se resigna el seleccionador zambiano, Bruce Mwape. No es la mejor manera de afrontar el duelo contra una de las hipotéticas favoritas. Que, además, viene de marcarle tres goles a Costa Rica. Pero no queda otra que apretar los dientes y confiar en que todo lo que pueda salir mal deje de hacerlo. En mayor o menor medida.

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