“Por vos he de morir, y por vos muero”. El soneto V de Garcilaso de la Vega es una de sus obras más conocidas. En él expresa el amor del poeta a una mujer a través de una exquisita lírica renacentista de influencia italiana. Y es que Garcilaso fue todo un maestro en este estilo, convirtiéndose en el máximo exponente de este movimiento poético durante la primera mitad del siglo XVI. Nació en Toledo y es uno de los poetas más importantes e influyentes del Siglo de Oro, pero además de esto, también fue militar y diplomático.
Pasó una temporada afincado en Madrid, en uno de los castillos más bonitos de la comunidad. Se ubica a tan solo media hora de la ciudad y en él puede que haya escrito alguno de sus versos más relevantes. Estamos hablando del castillo de Batres, una espectacular fortaleza situada en un increíble entorno natural bañado por el arroyo del Sotillo. En su día fue una bella residencia señorial, pero actualmente, es utilizado para la celebración de eventos, sobre todo bodas.
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Uno de los mejores conservados de Madrid
La fortaleza fue construida entre los siglos XV y XVI usando barro cocido y sobre unos cimientos de pedernal. Su estado de conservación es excelente, siendo uno de los mejores de la Comunidad de Madrid. Además, fue declarado en 1970 Conjunto Histórico-Artístico. En su origen, fue propiedad de los Señores de Batres y el castillo primitivo era distinto al actual. Es probable que se limitara a la torre rodeada de algunos dispositivos de defensa. El edificio residencial adosado a la torre y organizado en torno a un bello patio porticado es un añadido posterior, así lo explica Turismo de Madrid.
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Asimismo, es probable que se construyera en dos fases: la primera perteneciente al siglo XV y con aspecto más defensivo, mientras que con la segunda adquirió la actual postura de palacete renacentista. Sin embargo, no siempre ha sido una residencia señorial, pues a finales del siglo XIX se convirtió en secadero de tabaco, hasta que en la década de 1960 lo adquirió un famoso decorador madrileño que lo restauró y amuebló.
La belleza del pasado y las comodidades del presente
La arquitectura de la fortaleza es otro de los aspectos a tener en cuenta. Se desarrolla en una planta rectangular y toda su estructura gira en torno a la Torre del Homenaje, su parte más antigua y que destaca sobre todo el conjunto. Su portalón principal es de estilo gótico-isabelino y el estilo plateresco domina el patio central, el cual consta de una doble galería con columnas toledanas y balconada de hierro, del siglo XVI. En el centro se sitúa un pozo de estilo gótico.
Todas sus estancias mantienen la esencia del pasado, pero con todas las comodidades del presente, lo que permite al visitante hacer un viaje a través de la historia, siendo su experiencia de lo más enriquecedora. Igualmente, su finca alberga un total de 80 hectáreas enmarcadas en unos alrededores donde predomina un bosque de árboles centenarios, así como algunas especies autóctonas como el pino y el ciprés dan un aire de ensueño mediterráneo.
Por otro lado, el Conjunto Histórico-Artístico del castillo de Batres está integrado, además de por la fortaleza, por diferentes construcciones situadas dentro de su recinto. Aquí figuran la Fuente de Garcilaso, la Huerta del Mirador, la iglesia parroquial, el subterráneo de la bodega, el puente sobre el arroyo del Sotillo, la Fuente del Chorro, la cercas del castillo, el almacén, la Casa del Hortelano y la Presa de Agua.
Cómo llegar
Desde Madrid, el viaje hasta la fortaleza es de alrededor de 30 minutos por la carretera R-5 (hay peajes). Por su parte, desde Toledo el trayecto tiene una duración aproximada de 40 minutos por las vías A-42 y AP-41.
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