Cillian Murphy hizo una dieta extrema para ‘Oppenheimer’: estas son las transformaciones físicas más increíbles de actores

Todo el mundo sabe que en las películas de Christopher Nolan todo tiene que estar medido al milímetro y ser lo más real posible. El director de El caballero oscuro es de sobra conocido por no utilizar CGI y los menos efectos especiales posibles en favor de una experiencia auténtica. No obstante, esa dedicación y realismo también recae sobre sus actores, que desde Christian Bale hasta Cillian Murphy se han tenido que someter a grandes transformaciones para interpretar su papel.

Porque el director británico también se rodea de actores comprometidos con la causa que son capaces de llegar al límite. Cillian Murphy, flamante protagonista de Oppenheimer, es uno de ellos. “Me encanta actuar con mi cuerpo, y Oppenheimer tenía un físico y una silueta muy marcados, que yo quería captar bien”, explicaba el irlandés en una reciente entrevista a The New York Times.

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El caso de Robert J. Oppenheimer era todo un reto para el actor, pues requería de una transformación por parte de Murphy muy concreta, pues el científico tenía una complexión delgada debido a su dieta, que le obligó a perder mucho peso al actor de Peaky Blinders. “Tuve que perder bastante peso, y trabajamos con el vestuario y la sastrería. Estaba muy delgado, casi demacrado, subsistía a base de martinis y cigarrillos”. Incluso otros compañeros de reparto como Emily Blunt, que da vida a la esposa de Oppenhimer en el filme, recuerda la dedicación de Murphy: “Sólo podía comer una almendra cada día. ¡Estaba tan demacrado!”.

A pesar de todo, Cillian Murphy también añadía una nota de humor a todo el proceso: “He fumado muchos cigarrillos falsos para Peaky Blinders y para esto. Mi próximo personaje no será fumador”, bromeaba. Aun con todo, Murphy reconoce que es fácil volverse “un poco competitivo con uno mismo”, y que realmente una transformación así no es sana ni desde luego la aconseja. Gajes del oficio, pero no es el único que ha pasado por algo así.

El caso de Cillian Murphy con Oppenheimer no es el primero ni probablemente será el último de un gran actor que se somete a un duro proceso para transformarse en otra persona. El más reciente quizá sea el de Brendan Fraser, quien tuvo que llegar hasta los 270 kilos para dar vida al protagonista de La ballena. Entre los 30 kilos que engordó de forma natural más otros tantos con las prótesis que le colocaban cada día de rodaje, y que hizo de la experiencia un auténtico suplicio para el actor que, por otro lado, le valieron el Oscar a mejor actor.

Algo parecido le ocurrió a Anne Hathaway, que previo paso a ganar el Oscar vivió una de sus peores experiencias preparando el papel de Fantine en Los miserables: “Más o menos perdí la cabeza haciendo esa película, y no la había recuperado todavía. Me tuve que poner frente a mucha gente y sentir algo que no sentía, felicidad sin complicaciones. Es algo obvio, ganas un Oscar y se supone que tienes que estar feliz, yo no me sentía de esa manera”, comentaba la actriz sobre un proceso en el que perdió buena parte de su peso y su pelo tras raparse para dar vida al personaje.

Sin duda el caso más famoso es el de Christian Bale, todo un experto a la hora de someter a su cuerpo a toda clase de cambios. El actor juega a la comba con su peso y ha pasado de adelgazar en papeles como El maquinista o The fighter a engordar con La gran estafa americana o El vicio del poder, en la que daba vida al político Dick Cheney. Incluso el propio Bale ha rebajado sus pretensiones en los últimos años, consciente de que con los años resulta insostenible someter al cuerpo a tantos cambios. Ellos son solo unos pocos de una larga lista en la que en los últimos años han estado Jessica Chastain, Nicole Kidman, Jake Gyllenhaal o Jared Leto, y por supuesto no todos se acabaron llevando el Oscar por ello.

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