La debacle electoral de Vox le hace perder poder político: ya no podrá presentar más mociones de censura

“Cualquier resultado que obtenga Vox en estas circunstancias, será un resultado heroico”, dijo el líder de Vox, Santiago Abascal, ante los medios de comunicación, el pasado domingo según salió de votar. El partido de ultraderecha ya se esperaba los malos resultados que finalmente cosechó, aunque se seguía aferrando a la idea de poder ser determinantes para sumar mayoría absoluta con los diputados que lograra el Partido Popular y formar un gobierno de derechas. No pasó.

Vox ha perdido en cuatro años más de 600.000 votos, se ha dejado en este tipo apoyos en todos los territorios menos en Cataluña, donde han pasado del 6,33% al 7,57% y en Euskadi, donde han subido ligeramente, del 2,46%, al 2,61%. La pérdida de más de medio millón de votos se ha traducido en un retroceso de 19 escaños, dejando a la formación de ultraderecha completamente noqueada, tanto en lo político, como en lo económico.

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Con este escenario, el poder político de Vox queda reducido a 33 escaños en el Congreso de los Diputados y un retroceso generalizado, en algunos territorios, esa caída llega a ser más de diez puntos.

La fuerza de ultraderecha, aunque en el cómputo general queda como tercera fuerza política, el único objetivo qe han logrado conseguir. No obstante, en muchas comunidades autónomas han perdido esa tercera posición que en 2019 si lograron. Entre las razones de esta debacle, Santiago Abascal ha alegado la actitud del PP durante la campaña, una posición de victoria electoral que habría supuesto, según la formación, “una clara desmovilización del electorado de derechas”, “el PP ha vendido la piel del oso antes de cazarlo”, criticó.

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Sumar, el principal rival de la ultraderecha en estas elecciones, ha logrado quedar por encima de Vox en Canarias, donde la formación de Abascal ha firmado la quinta posición, cayendo casi cinco puntos. En Cataluña, pese a mejorar sus resultados, sigue siendo una fuerza minoritaria y se conforma con el sexto lugar, frente a la segunda posición que firma el partido de Yolanda Díaz.

En Madrid, en las elecciones municipales y autonómicas, la ultraderecha ya evidenció síntomas de desgaste, pues bien, en las elecciones generales del 23J Vox fue superado por Sumar y pasa de lograr siete representantes a conformarse con tan solo cinco y la cuarta posición. En Navarra no han logrado representación, al igual que en La Rioja, Euskadi, Galicia o Melilla, territorios que los de Abascal ya preveían complicados después de no lograr representación en 2019. En Ceuta, después de conseguir ser la primera fuerza política y hacerse con el único diputado que reparte la ciudad autónoma, la ultraderecha ha retrocedido hasta la tercera posición, por detrás del PSOE y del PP, que se hace con el escaño.

La ultraderecha ha exprimido al máximo sus 52 diputados durante esta última legislatura. La ley reconoce a los partidos políticos, en función de su representación en la Cortes Generales, determinados poderes. En noviembre de 2019, Vox logró firmar un resultado histórico para la extrema derecha, 52 diputados. Un número muy abultado de asientos que le han permitido presentar recursos de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional. 46 recursos, con sentencias que han puesto entre la espada y la pared al ejecutivo de coalición.

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Vox presentó un recurso de inconstitucionalidad ante el tribunal de garantías en el que mantenía que no se ajustaba a la legalidad el estado de alarma declarado por el Gobierno a raíz de la explosión de la pandemia del coronavirus y que permitió el confinamiento de los españoles durante, casi, tres meses.

Además de los recursos al Tribunal Constitucional, todos los grupos parlamentarios con más de 35 diputados tienen la capacidad de presentar mociones de censura. Con estos resulados, la ultraderecha también perderia una de las principales bazas parlamentarias, un recurso que usó en dos ocasiones durante la anterior legislatura. Vox presentó su primera moción de censura la pandemia y otra al final de la legislatura en la que pretendían que Tamames liderara el Gobierno.

Esta pérdida tan importante de diputados dejan a la ultraderecha en la irrelevancia política ya que no son capaces de sumar una mayoría alternativa, ni tampoco marcar la agenda ni del Congreso de los Diputados, ni del posible futuro Gobierno de coalición.

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Todos los grupos políticos con representación en el parlamento tienen derecho a percibir subvenciones del Estado para financiarse. Los grupos parlamentarios reciben una cuantía fija de casi 30.000 euros al mes, 29.606,56 euros exactamente, independientemente del número de diputados que hayan logrado. Sin embargo, para percibir esta cantidad el grupo político debe constituirse como grupo parlamentario propio. Esta cantidad Vox la tendría asegurada. No obstante, el Estado también ingresa 1.703,57 euros por diputado a cada formación.

Con estas cifras. Antes del 23 de julio, el partido de Santiago Abascal percibía en concepto de cuantía variable 88.585,64 euros, que sumados a los casi 30.000 euros de cuantía fija, Vox conseguía ingresar, en total, 118.192,2. No obstante, con la caída de 19 diputados, la cuantía variable que recibiría el partido de extrema derecha pasaría a ser de 56.217,81 euros. En total, 85.824,37 euros.

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