Carlos Sainz fue el español mejor clasificado en el Gran Premio de Hungría de Fórmula 1 este domingo. El piloto madrileño se benefició de una gran salida, en la que ganó hasta cinco posiciones para pasar de la undécima a la sexta plaza. Sin embargo, finalmente vio la bandera a cuadros en la octava posición, marcada por una nueva batalla con su compañero de equipo: Charles Leclerc.
En un movimiento que ya no es novedoso, Ferrari decidió beneficiar en mayor medida al monegasco. A pesar de que Sainz llegó a rodar con mejor ritmo en Hungaroring y de que, dato aún más relevante, va por delante de Leclerc en el Mundial de pilotos. El margen entre los dos apenas es ahora de siete puntos (87 de Sainz, sexto, por 80 de Leclerc, séptimo), y el recorte ha venido motivado al terminar Leclerc por delante (séptimo) en la última carrera disputada.
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En un primer momento, pareció que iba a ser Sainz quien ganaría la partida interna. Sobre todo, tras un primer paso por boxes especialmente lento de Leclerc. “¿Cuáles son las intenciones de nuestra estrategia? ¿Qué hacemos?”, preguntaba este último por radio en la vuelta 42. “Lo vemos cuando se acerque el final de carrera”, le respondieron desde la escudería italiana, en un momento en el que ni siquiera estaba a dos segundos de Sainz.
No obstante, el toque de atención de Leclerc no tardó en provocar la reacción de su equipo: en la vuelta 44, le llamaron a boxes para efectuar su segunda parada. Por lo tanto, adelantaba a Sainz, que no paró de nuevo hasta la 45: el undercut era un hecho y los dos segundos de renta se convirtieron en cuatro de desventaja. Para más inri, Leclerc corrió más de la cuenta en el pit-lane, aunque la sanción de cinco segundos que recibió no sirvió de nada a Sainz. Quien, además, acabó adelantado por el Mercedes de George Russell a falta de cinco vueltas para la conclusión.
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Sainz no se esconde
Al término de la prueba, Sainz no dudó en evidenciar su malestar por lo sucedido. “No hay mucho que decir. Yo creo que él ha tenido un pit stop lento y luego está claro que el equipo ha decidido cambiar las posiciones de los coches. Igual para compensar o no sé. Bueno, una pena”, se resignaba. “Pero lo que nos tiene que preocupar es el segundo y medio que nos metían los Mercedes al final del stint, que es lo que lleva siendo la tónica de la temporada. Y el por qué no conseguimos resolverlo”, añadía.
“La penalización nos ha hecho perder una posición, me han puesto en una situación comprometida y detrás de Carlos ha sido complicado. En el último juego he sido más competitivo, pero esto es lo que hay con nuestro coche. Cambiar la mentalidad, no va a cambiar el coche... Tenemos que optimizar el coche. McLaren es muy fuerte y sorprende bastante”, expuso, por su parte, Leclerc. La tensión es patente en Ferrari, que, como Aston Martin, ha retrocedido en este tramo del campeonato. Mientras, McLaren y Mercedes han ido hacia adelante.
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