El éxtasis se apodera del PSOE en el cierre de campaña del 23-J: “Nos caímos, nos levantamos y pedaleamos a contrarreloj”

Con la canción de Perra, de Rigoberta Bandini, entró el presidente del Gobierno y candidato del PSOE a la reelección, Pedro Sánchez, al polideportivo de La Alhóndiga (Getafe, Madrid) para cerrar la campaña de las generales. La canción no es casual; le gusta mucho al secretario general de los socialistas y, además, viene a confirmar que, aunque en un principio Perro Sanxe era un insulto, ahora es un lema.

Las alusiones al perro en este periodo electoral fueron de menos a más, como los ánimos del PSOE. El acto de este viernes fue una auténtica fiesta de la “remontada”. Los cánticos y los aplausos se colaron constantemente en los discursos de la alcaldesa de Getafe, Sandra Gómez, el secretario general de los socialistas madrileños, Juan Lobato, la número dos al Congreso y vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, y por supuesto, Pedro Sánchez.

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“Vamos a ganar las elecciones”, “queremos más”, “Pedro, Pedro”, “presidente, presidente”, “Ista, ista, ista, España es socialista” o “Ni un paso atrás” fueron algunos de los lemas que corearon las 4.500 personas que siguieron el evento desde el pabellón getafense. También hubo gente que se quedó fuera. “Veo a la derecha y a la ultraderecha desfondada y el avance socialista es imparable. Así que os pido que el próximo 23 de julio apostemos al rojo, que nadie se quede en casa”, señaló Sánchez.

El candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha protagonizado varios momentos incómodos en esta última semana por sus mentiras en La Hora de la 1 sobre la revalorización de las pensiones, su ausencia en el debate a tres en RTVE y sus palabras machistas sobre la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz.

“Esta va a ser la victoria de las mujeres frente al machismo, de la cultura frente a la censura, de la ciencia frente a los antivacunas, de la verdad frente a la mentira, de los aplausos frente a las caceroladas”, apeló el presidente del Gobierno, que volvió a sacar pecho de su gestión. “Hace cinco años no había un gobierno limpio en España”, reivindicó frente al PP, el primer partido condenado por corrupción en democracia por la trama Gürtel.

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La reforma laboral, la ley contra el cambio climático, las subidas del SMI, la subida de las pensiones conforme al IPC o la ley de Memoria Democrática son algunas de las cartas de presentación del Gobierno de coalición. Y así lo ha recordado Sánchez a lo largo de la campaña electoral. En todo caso, los socialistas piden el voto para “ir a más” porque no se “conforman” con lo hecho.

“Hay muchos años más para que tengamos cuatro años más de gobierno progresista y de avances”, ha sostenido para convencer también a los indecisos. Por eso, les pidió invertir un día en votar para “no retroceder en derechos”.

Con todo, el PSOE cierra una campaña que “no se ha hecho eterna”, como ha dicho Juan Lobato. Sánchez priorizó las entrevistas en los diferentes medios de comunicación, pero en esta última semana, el secretario general socialista ha alternado sus visitas a los medios con varios actos en Huesca, San Sebastián, Lugo y Madrid motivado por la batalla de los últimos escaños.

“Hemos hecho la mejor campaña. Nos caímos y nos levantamos y pedaleamos contrarreloj; y cruzamos todas las metas volantes y subimos todos los puertos inimaginables. Y nos quedan unos metros para llegar al sprint final y lo vamos a hacer el 23 de julio. Vamos a ganar las elecciones hasta la última pedalada, hasta el último suspiro, hasta el último voto. Vamos a ganar las elecciones y las vamos a ganar rotundamente”, ha defendido Sánchez para volver a poner a prueba su manual de resistencia. Las sensaciones, sin duda, son muy diferentes a las del inicio de la campaña. Ahora solo falta lo más importante: comprobar si hay o no un cambio de ciclo a través del voto.

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