Si hay una palabra con la que la mayoría del conjunto de la opinión pública define recurrentemente a Carlo Ancelotti, esa es la de gestor. Todos coinciden: el veterano técnico del Real Madrid sabe manejar como pocos un vestuario, por difícil que sea y por más estrellas y egos que en él se concentren. Y es cierto. De la misma manera que resulta realmente injusto reducir su trayectoria únicamente a eso. Porque por encima de ese papel, Ancelotti ha demostrado a lo largo de su carrera ser un formidable entrenador desde la pizarra. Justamente esa versión más estratega es la que tendrá que asumir en una temporada en el que afronta el reto de dibujar un nuevo Madrid.
El propio Ancelotti ya anunció la necesidad de plantear otro esquema de juego. “Puede ser que este año vayamos a jugar un sistema distinto. Tenemos que intentar encontrar un nuevo estilo”, desvelo el entrenador. Las primeras pruebas llegarán en la gira que realizará el equipo por Estados Unidos, donde los blancos han aterrizado en la madrugada del jueves. Como viene siendo habitual en los últimos años, el Madrid preparará la temporada en un intenso stage por el país norteamericano, en el que pasarán por Los Ángeles, Houston, Dallas y Orlando, y el que disputarán cuatro partidos frente a Milan (23 de julio), Manchester United (26 de julio), FC Barcelona (29 de julio) y Juventus (3 de agosto).
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En esos cuatro encuentros de preparación se espera que el Madrid de Ancelotti mute en muchos momentos del 4-3-3 de estos años a un 4-4-2 en forma de diamante o rombo, es decir, con un pivote, dos interiores y un mediapunta que figure por detrás de los dos delanteros. Este es el dibujo que mejor le encaja al técnico tras la salida del club de Karim Benzema. Por el momento, y a la espera únicamente de que pueda darse la opción de contratar a Kylian Mbappé, el Madrid no ha remplazado al delantero, incorporando únicamente a Joselu como nueve suplente.
Bellingham como mediapunta
De hecho, Ancelotti tan solo dispone de cuatro atacantes para el tour por Estados Unidos: el mencionado Joselu, Rodrygo, Vinicius Júnior y Brahim. El italiano ni siquiera ha reclutado al canterano Álvaro Rodríguez, por momentos suplente de Benzema la temporada pasada. De todos ellos, cuenta con dos para el once titular: Vinicius y Rodrygo. Los dos brasileños, que tendrán que adaptar su juego para alternar las bandas con el centro, compondrán, de inicio, la delantera blanca.
Y por detrás, un hombre que será capital en este renovado Madrid: Jude Bellingham. El inglés es el elegido por Ancelotti para ejercer de mediapunta. Será el jugador más adelantado de un centro del campo en el que estará escoltado por un pivote fijo y dos interiores. Para el primer puesto, dos nombres principales: Aurelien Tchouameni y Eduardo Camavinga, al que el entrenador ya ha liberado definitivamente del lateral izquierdo. Camavinga, además, entrará también en la terna de interiores, donde Carletto cuenta con Luka Modric, Toni Kroos, Fede Valverde y Dani Ceballos. Y todo a la espera de ver dónde encaja a Arda Güler, quien puede ejercer tanto de extremo derecho como de interior o mediapunta.
Su famoso árbol de navidad
Pese a que tanto en su primera etapa en el Madrid como en esta segunda, Ancelotti ha optado mayoritariamente por jugar con tres mediocampistas y tres atacantes, este tipo de dibujos no le resultan nada novedosos. De hecho, tanto en su Milan que dominó Europa como en el Chelsea o el PSG planteó esquemas con cuatro o incluso cinco centrocampistas.
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En Italia, por ejemplo, desplegó su famoso árbol de navidad, un 4-3-2-1, y también este 4-4-2 en rombo, con Kaká o Rui Costa ejerciendo de mediapuntas y Shevchenko e Inzaghi en la delantera. Con el primer sistema alcanzó también el éxito en el Chelsea, donde elevó la figura de Frank Lampard. Ahora, salvo que la llegada de Mbappé recupere el 4-3-3 de estos años, le toca el turno de innovar en el Madrid.
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