La subida del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) de hasta un 150% a las viviendas desocupadas, recogida en la Ley de Vivienda, solo afectará a un 5% de los propietarios particulares de casas vacías, según calcula Fotocasa Research.
La nueva norma establece que los ayuntamientos tienen la potestad de establecer un recargo en el IBI a aquellas viviendas que estén deshabitadas por un plazo superior a dos años y cuyos propietarios posean cuatro o más inmuebles y no puedan alegar ninguna de las causas justificadas que contempla la norma para mantenerlas vacías, entre ellas, el traslado temporal por trabajo o estudios o el cambio de domicilio por situación de dependencia.
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La subida del IBI tiene como objetivo animar a los propietarios a sacar sus viviendas al mercado del alquiler para frenar la escalada de las rentas. Un objetivo difícil de conseguir, ya que “el porcentaje de propietarios que se verían afectados por el recargo del IBI sería muy minoritario”, señala María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, para quien, con ello, “se constata que las medidas con carácter punitivo no recogerían los efectos deseados de ampliar la oferta masivamente”. A su juicio, lo que sí genera en el mercado este tipo de normativa es “un clima de desconfianza frente a la administración.
Según el estudio, entre las causas injustificadas más recurrentes por las que se tiene una vivienda vacía se encuentran el hecho de que sea una propiedad heredada y que los herederos aún no se hayan puesto de acuerdo en el uso que la van a dar, que necesite reformas para ser vendida o alquilada o por desconfianza por parte del propietario.
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Miedo a la ocupación
La mayor preocupación de los propietarios de viviendas vacías es que las ocupen, según el informe. Otras son el coste que supone mantener un inmueble que no genera ningún beneficio y que entren a robar.
También muestran su inquietud por el estado del inmueble. Concretamente, les preocupa que la casa se deteriore por el abandono o que se agraven pequeños desperfectos por no haberlos detectado a tiempo. Mientras que lo que menos les preocupa es tener que afrontar impuestos o penalizaciones por tenerla vacía.
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Más seguridad jurídica
Lo que incentivaría la puesta en alquiler de las viviendas vacías, tal y como pretende la nueva ley, sería una mayor seguridad jurídica en caso de ocupación o de impago, según recoge una encuesta realizada por Fotocasa a estos propietarios. Otros catalizadores serían la compensación económica en caso de desperfectos en el inmueble y las deducciones fiscales por el alquiler de la vivienda.
Unos factores con los que está de acuerdo María Matos, para quien “la principal fórmula que puede fomentar que los propietarios de viviendas deshabitadas las pongan en el mercado es el ofrecimiento de seguridad jurídica que ayude a apaciguar las principales preocupaciones de estos particulares: ocupación, pérdida de beneficios o robos en su vivienda”.
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