‘Cibeles de Cine’ celebra un verano cargado de ‘blockbusters’: “Por fin tenemos películas que han generado ruido como ‘Oppenheimer’ y ‘Barbie”

Jesús Mateos, organizador y promotor de uno de los cines estivales más importantes en Madrid, celebra ocho años de proyecciones clásicas, modernas e independientes en el Palacio de Cibeles

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'Barbie', 'Oppenheimer', '20.000 especies de abejas', 'Casablanca' y 'Aftersun' son algunas de las películas que se incluyen en el catálogo de 2023 de 'Cibeles de Cine', el cine estival que se celebra en el Palacio de Cibeles, en Madrid
'Barbie', 'Oppenheimer', '20.000 especies de abejas', 'Casablanca' y 'Aftersun' son algunas de las películas que se incluyen en el catálogo de 2023 de 'Cibeles de Cine', el cine estival que se celebra en el Palacio de Cibeles, en Madrid

Unas palomitas (siempre que no haya una sofocante ola de calor aconteciendo), un refresco, una cerveza y unas gominolas. Para los rezagados, para los apasionados del cine y para los amantes del ocio en pareja (y en solitario), Cibeles de Cine se ha convertido en “un referente consolidado del verano madrileño”. Entre las visitas a las colapsadas piscinas públicas de la ciudad y a las oficinas de Correos para ejercer el derecho a voto de las elecciones generales del domingo, la capital se ha convertido en un enclave de ocio estival repleto de opciones para disfrutar de los mejores estrenos de cine o de las películas clásicas o de culto cinéfilo.

“Es más que una proyección”, indica a Infobae España Jesús Mateos, organizador de Cibeles de Cine: un espacio cultural que celebra ocho ediciones en la galería de cristal del palacio acristalado que le da nombre. “Los espectadores acuden pensando casi más en la idea de vivir una experiencia que en la proyección de la propia película”, añade a este medio.

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Una de las “señas de identidad” del proyecto que aborda desde hace casi una década es su programación. “Es súper ecléctica”, indica Mateos. En ella se forjan varias patas de contenido. Por una parte están los clásicos de siempre (Casablanca, Desayuno con diamantes, Un tranvía llamado deseo o Dirty Dancing), en otra las grandes películas de estreno (Indiana Jones y el dial del destino, la última entrega de Misión Imposible, la Barbie de Greta Gerwig y también el Oppenheimer de Christopher Nolan), lo más destacado del cine de autor e independiente (como Aftersun o El triángulo de la tristeza) y todos los éxitos del último año, incluyendo cintas españolas (As bestas, Modelo 77 y 20.000 especies de abejas). “Tenemos manga ancha”, afirma el organizador. No en vano, 75 días de cine de verano dan para un completo calendario de cintas.

Además de ofrecer una experiencia inmersiva, el cine de verano situado a escasos metros de la fuente de Cibeles apuesta por otro tipo de actividades que pretenden fomentar una experiencia audiovisual completamente distinta e innovadora. Este es el caso de Cinetronic: “Un evento que combina el cine mudo con la música electrónica”.

El público de 'Cibeles de Cine'
El público de 'Cibeles de Cine'

Un verano con potencial

Cibeles de Cine no ocupó la galería acristalada del céntrico palacio madrileño en 2020 y 2021, años marcados por la pandemia que, por suerte, “la gente ha dejado atrás”. Eso se nota en las cifras de asistencia que maneja la organización del evento. “En 2019 tuvimos 30.000 espectadores, en 2022, 25.000, y este año confío en superar esos números con creces”, indica Mateos. Aunque prefiere ser cauto (“no me fío del planeta”, indica en tono cómico), cree que esta edición podría llegar a los 35.000 visitantes.

La explicación no sólo viene dada por el hecho de que la sociedad está en una situación mucho más laxa en lo que a restricciones y miedo se refiere, también a la noción de que “por primera vez tenemos un verano muy apetecible con películas que están generando mucho ruido”, entre las que Mateos incluye a las ya mencionadas Barbie y Oppenheimer. La encarnizada batalla en la taquilla entre ambas cintas, las más esperadas del año (”vienen con mucho hype”) promete salpimentar las salas de cine (y por ende, los cines de verano) españolas. “Ha sido divertido para la cinefilia”, indica. Sin embargo, no se olvida de otros grandes blockbusters del año que también han reavivado la pasión por ir al cine.

“Necesitamos estrenos, nos está costando recuperarnos porque no somos autónomos”, explica. Se pueden tener las mejores instalaciones, las mejores butacas, pantallas y equipos de sonido, “pero si te faltan películas la gente no va a ir”, añade. Después de “tres o cuatro años” con escasos estrenos jugosos, Mateos celebra que la cartelera pueda ser, de nuevo, un imán de todo tipo de audiencias.

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