Nuevo duelo en los tribunales de Londres entre Juan Carlos I y Corinna: cuatro días de calvario para el emérito

Nuevo capítulo del duelo judicial entre Juan Carlos I y su examante Corinna Larsen. Este martes, 18 de julio, el Tribunal Superior de Londres reanuda las vistas preliminares sobre la demanda que Corinna presentó al emérito por presunto acoso. La corte inglesa ha reservado cuatro sesiones (del 18 al 21 de julio) para las audiencias después de que el Tribunal de Apelación de Inglaterra y Gales diera parte de razón al monarca español y dictaminara que el emérito tiene inmunidad sobre los hechos que se produjeron antes de su abdicación, en junio de 2014. Cuatro días en los que el nombre de Juan Carlos I, autoexiliado en Abu Dabi, volverá a estar en boca de todos.

El caso sigue porque Corinna asegura que Juan Carlos la amenazó, acosó y chantajeó hasta el año 2020. Pero como la justicia británica sí ha reconocido la inmunidad del emérito mientras era Jefe de Estado, no podrá ser juzgado por los hechos anteriores, entre 2012 y 2014, pero sí por los posteriores. El juez que instruyó el caso, Matthew Nicklin, ya dictaminó que el emérito no tiene ningún tipo de inmunidad en Inglaterra y, por tanto, debe ser juzgado aunque sea por los hechos posteriores a 2014.

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Nicklin puso un ejemplo claro. De aceptar la tesis de la defensa de Juan Carlos I (que ya lleva tres abogados distintos en el proceso), “si mañana el denunciado entrara en una joyería de Hatton Garden (el centro de este tipo de negocios en Londres) y robase un anillo de diamantes no se enfrentaría a ninguna consecuencia civil o penal. Nada en los principios de derecho internacional o respeto a la dignidad y soberanía del Estado español lleva a esa conclusión».

En las vistas preliminares de esta semana la defensa del emérito seguirá argumentando que los tribunales ingleses no tienen jurisdicción para atender la demanda civil de Corinna porque Juan Carlos I es español y la mayoría de las acusaciones de Corinna se produjeron fuera del Reino Unido. El monarca pedirá que la demandante demuestre que Inglaterra tiene jurisdicción antes del juicio. Algo que rechaza Corinna. Si se determina que Inglaterra tiene jurisdicción, el juicio en Juan Carlos I se realizará a no ser que las partes lleguen a un acuerdo extrajudicial, algo improbable. La relación entre ambos lleva rota muchos años después de que la empresaria se negara a devolver al emérito los 64 millones de euros que este la donó en 2012. Ahí empezaron todos los problemas entre ambos.

La demanda civil por acoso, firmada por Corinna el 29 de diciembre de 2020, fue tramitada en marzo de 2021 y el texto le fue remitido a Juan Carlos I al Palacio de la Zarzuela en Madrid y a su residencia de Abu Dabi. No ha trascendido la cantidad económica que solicita la examante. Lo que sí son públicos son los hechos por los que Corinna se sintió acosada y amenazada.

Según la demanda, todo comienza en 2014, dos años después de la donación de 65 millones, cuando Juan Carlos I intenta recuperar el dinero. No hay que olvidar que el emérito ya había pedido en tres ocasiones a Corinna que se casara con él. La última propuesta fue un intento de recuperar el dinero. Como Corinna le rechaza, los abogados de la demandante explican que agentes del CNI (los servicios secretos españoles) la empiezan a vigilar en Londres y en Mónaco, intervienen sus comunicaciones y controlan sus domicilios. Por otro lado, el emérito comienza una campaña de descrédito y difunde entre las amistades comunes la teoría de que Corinna le ha robado estos fondos, que le regaló el rey de Arabia Saudí.

La demanda de Corinna no tiene desperdicio, relatando muchos detalles personales de su relación desde que ambos se conocieron en 2004, revelando incluso que el rey la pidió matrimonio por primerz vez en 2009 y que ella le rechazó al descubrir que tenía otra amante. También se cuentan seguimientos, robos de documentación, intentos de reclutar al personal que trabajaba para Corinna para que fuera espiada e incluso advertencias veladas con disparos en la ventana de su dormitorio y en las cámaras de seguridad de su finca de campo para amedrentarla.

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