La batalla por los últimos escaños obliga al PSOE a rescatar los mítines en el último tramo de la campaña

El PSOE, aunque se muestra reticente hacia los resultados que arrojan la mayoría de encuestas “conservadoras”, como se ha referido este lunes Pedro Sánchez, mira al dedillo los datos demoscópicos para redirigir su estrategia de campaña. Los últimos días del periodo electoral son cruciales porque alrededor del 30% del electorado decide el voto y, en este punto, la batalla por los últimos escaños de cada provincia se acentúa.

Fuentes de Ferraz, el cuartel general de los socialistas, concluyen que, a cinco días de las elecciones, la posibilidad de alejar a PP y Vox “por mucho” de la mayoría absoluta descansa en mover “siete u ocho diputados de bloque”. Y a esto se agarran para redirigir su estrategia en el último tramo de la campaña.

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Esta es la explicación a la convocatoria exprés a última hora del domingo de los mítines de este lunes en Huesca y de este martes en San Sebastián, a pesar de que el presidente del Gobierno tenía estos dos días marcados en rojo en el calendario por la Cumbre UE-CELAC en Bruselas. “Podemos montar un mitin en 24 horas en cualquier provincia en la que baile un escaño”, se jactan estas fuentes.

De esta forma, el secretario general del PSOE, que voló este lunes por la mañana a la capital belga, se ausentó de la cena de gala con los líderes latinoamericanos para asistir a la ciudad aragonesa, donde se reparten tres diputados. Los de Pedro Sánchez confían en revalidar los resultados obtenidos en 2019 (dos escaños, mientras que el otro fue para el PP).

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Este martes, después de volver a Bruselas para asistir a la segunda jornada de esta importante cita, tiene previsto asistir a un mitin en San Sebastián a las 20 horas, donde compartirá escenario del Palacio de Congresos donostiarra con el secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, y la cabeza de lista de los socialistas vascos al Congreso por Guipúzcoa, Rafaela Romero.

Para este miércoles no está previsto ningún acto, al menos por ahora, por la celebración del debate a tres en RTVE, un programa en el que no estará el líder del PP. Ferraz deposita muchas esperanzas en esta nueva contienda electoral, donde espera encontrar en Yolanda Díaz, la candidata de Sumar, una aliada para retratar al aspirante de la extrema derecha, Santiago Abascal, y a un ausente Feijóo.

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A partir de ahí, los dos días restantes de campaña se prestan a seguir cuadrando la agenda del presidente del Gobierno. Sí está asegurado que el secretario general del PSOE cierre la campaña en Getafe (Madrid) el próximo viernes 21 de julio. Pero antes, en Moncloa sopesan otras posibles plazas para celebrar mítines donde hay escaños que bailan. Lugo o Cuenca están en estas previsiones, pero todavía no hay nada confirmado.

En cualquier caso, este viraje en la estrategia del PSOE apunta a que en estos últimos cinco días el presidente liderará al menos el mismo número de actos que en los diez días previos. Este abrió la campaña en Madrid, presentó las líneas maestras del programa en la capital, y celebró la semana pasada actos en Santander, Valencia y Barcelona.

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Asimismo, este cambio no implica que Pedro Sánchez deje de acudir a los medios de comunicación dentro de su ruta mediática. En este sentido, desde su equipo señalan que aún se trabaja para cerrar entrevistas pendientes en programa como Espejo Público, con Susanna Griso, Al Rojo Vivo, con Antonio García Ferreras, Julia en la onda, con Julia Otero, y La Hora de La 1, conducido por Marc Sala y Silvia Intxaurrondo.

Más allá de estos eventos y de vender la gestión, en los últimos días, Sánchez ha echado mano de un revulsivo como es apelar a su propia historia política al frente del partido, recogida en el Manual de resistencia. Es una forma de insuflar ánimo para no bajar los brazos bajo la premisa de que “todo está abierto”. Por ello, los socialistas pelearán escaño a escaño para llegar con opciones al 23 de julio.

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