Las elecciones del próximo 23-J han entrado en su recta final, y siendo esta la última semana antes de acudir a las urnas el domingo quedan algunas dudas por resolver. Como, por ejemplo, cuáles son las propuestas y medidas de Vox en cuanto a cultura se refiere, en un partido que se ha convertido en el centro de las miradas después de la reciente censura que ejecutó sobre una representación de Orlando de Virginia Woolf. El partido dirigido por Santiago Abascal promete acabar con la censura y la dictadura de lo ‘woke’ a través de una mayor libertad cultural pero, ¿en qué se traduce todo eso?
Pues bien, lo primero que hay que señalar es que Vox ha recalcado en numerosos actos la importancia que prentenden darle a la cultura si salen elegidos el próximo 23-J. La de cultura es una de las áreas en las que más se ha centrado Abascal en su discurso: “Con Vox, el telón no caerá nunca, el espectáculo continuará y jamás se hará mutis por el foro cuando nuestros hijos nos pregunten ‘qué hicisteis vosotros para defender nuestra cultura’. Porque haremos todo lo que podamos”, señalaba contundente Abascal en un mitin el pasado 10 de julio a raíz de su propuesta cultural.
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Entre las grandes directrices del partido en materia cultura, hay que destacar su apuesta por la libertad de expresión “frente a la censura de lo woke”, por la tauromaquia, por desarrollar y potenciar el patrimonio histórico y por combatir la “leyenda negra” para dar a conocer la labor civilizadora de España en América. Tal y como incidía Abascal en su discurso la cultura merece un ministerio en condiciones, “no una secretaría de Estado ni una mera dirección general, porque la cultura merece ser considerada alta política del Estado”.
Aun con todo esto dicho, sorprende que al acudir al programa electoral para este 23-J, uno comprueba que este no tiene un apartado de cultura como tal, sino que muchas de las ideas están disgregadas por otras áreas como “Libertad de expresión”, “Educación en libertad”, “Iberoesfera” o “España rural”, pero ninguna que recoja bajo un mismo espacio todas las propuestas culturales como tales.
Luchar contra la dictadura de lo ‘woke’
A pesar de no contar con un apartado especial dedicado a la cultura, Abascal ha centrado tanto su discurso en ella que uno puede hacerse una idea de las medidas más importantes que se tomarán a partir del 23-J si Vox sale elegido. Algunas de ellas ya las ha estado tomando a nivel autonómico, y sonadas han sido ya sus intervenciones censoras en casos como el de la proyección de Lightyear en Cantabria o la obra Orlando de Virginia Woolf en un municipio de Madrid. La última ha tenido lugar en Burriana (Castellón), donde han retirado de la biblioteca pública la suscripción a cinco revistas escritas en valenciano, entre ellas la infantil Cavall Fort, porque “incitan al separatismo”.
Vox tampoco menciona la palabra woke en su programa como tal, pero sí habla en dos ocasiones de la “cultura de la cancelación” y la “corrección política”: “(...) La universidad debe ser rescatada de todas las imposiciones ideológicas totalitarias y su cultura de la cancelación, recuperando su vocación como espacio de libertad y búsqueda de la verdad y la belleza. Garantizaremos la libertad de cátedra de los profesores en las aulas frente a las imposiciones de la corrección política”. Abascal ponía como ejemplo la supuesta censura de un diálogo de La vida de Brian en su adaptación teatral, a pesar de que este es un bulo que lleva circulando por las redes desde hace meses y la famosa escena de “Desde ahora quiero que me llaméis Loretta” no ha sido retirada por John Cleese, actor y guionista de la película original.
“No aceptaremos acusaciones de censura y cancelación de quienes han hecho de la censura y cancelación un modus vivendi”, afirmaba Abascal tras las críticas por los episodios de censura recientes, señalando como ejemplos de censura del otro lado los que han tenido que ver con Agatha Christie, Roald Dahl o J.K. Rowling: “Regresa la censura, la coacción y el miedo. Tenemos algo que decir: no vamos a ser cómplices”.
Sus medidas con el cine español
Más allá de su cruzada contra lo woke, en el discurso de Vox también hay lugar para el cine español. El político vasco, que ironizaba hace unos meses sobre la medida de Sánchez para reducir el precio del cine a la tercera edad. “Las ayudas a la cultura han de entenderse en un marco general de rebajas impositivas, y también de ayudas directas”, explicaba el líder de Vox, asegurando “facilidades a creadores y conservadores fomentando el talento inmenso de este país, que no puede perderse por incomparecencia de la política cultural”.
Aunque la industria cinematográfica no aparece más que en el apartado del IVA dentro del programa y se ha erigido como una cuestión capital en otros partidos, Abascal ha propuesto su promoción para “rescatarlo de quien quiera controlarlo”, con medidas para aliviar la carga fiscal para la creación de contenidos audiovisuales y también ayudas directas. Sin embargo, el político avisa que “abandonen toda esperanza” a todos aquellos que se han convertido en “profesionales de la subvención” y que usan “el dinero de todos” para “rapiñar”.
Muchas de esas medidas fiscales y crediticias irán en favor de apoyar la tauromaquia y los espectáculos taurinos, tal y como afirman en su apartado 327. dentro de la sección de España rural. Una medida polémica en un país en el que la tauromaquia está cada vez mal vista, pero que no será la única que generará revuelo en caso de ganar las elecciones. Sin duda la más llamativa tiene que ver con las fachadas y el estilo arquitectónico de los llamados BIC (edificios de Bienes de Interés Cultural), para los que rechazan “proyectos globalistas como la llamada Nueva Bauhaus europea que impulsan los burócratas de Bruselas, que, con la coartada del fanatismo climático y la eficiencia energética de los edificios pretende uniformizar la realidad de nuestras ciudades”.
Estas son las medidas de Vox en materia de cultura, un ministerio del que podría hacerse cargo en caso de triunfar en las elecciones del 23-J e incluso de entregarle el PP esta cartera al partido de Abascal, tal y como se viene hablando en los últimos días. Lejos de la propuesta de Feijóo de eliminar la cultura de la categoría de ministerio, Abascal se ha erigido como el partido de derechas que se muestra firme en su apuesta por la cultura, aunque muchas de sus propuestas impliquen dar un gran giro al plan cultural del PSOE durante todos estos años.
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