Tamara Falcó se somete a un innovador tratamiento de fertilidad para quedarse embarazada “por la gracia de Dios”

Mientras Tamara Falcó e Íñigo Onieva están disfrutando de su romántica luna de miel en Sudáfrica, siguen trascendiendo detalles sobre su enlace. Este lunes, la revista ¡Hola! ha publicado la segunda parte de la exclusiva sobre la boda de la marquesa de Griñón y el empresario, una edición que revela fotografías inéditas y una entrevista a los novios en la que hablan sobre sus planes de ser padres.

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Ya convertidos en marido y mujer, Íñigo y Tamara confiesan que quieren formar una familia “cuando Dios quiera y ojalá quiera”. “Ya estamos abiertos. Sí, sí sí. Creo que para después del viaje de novios”, afirma la hija de Isabel Preysler, mientras que Onieva asegura que para él “tres es el número perfecto”.

A sus 41 años, la marquesa de Griñón ha confesado estar preocupada por su “reloj biológico”, por lo que revela que ha puesto cartas en el asunto y se está sometiendo a un novedoso tratamiento de fertilidad. “Desde hace varios meses estoy con un método natural que se llama Fertilitas. Es un método para medir tu cuerpo y asegurarte de que está bien. No es un tratamiento de fertilidad como tal, pero te van estudiando el cuerpo. Lo he estado haciendo aunque, la verdad, no he sido la mejor alumna del planeta”, explica.

Según ha relatado, este novedoso tratamiento utiliza la naprotecnología, una técnica que detecta las causas de la infertilidad y les pone solución para potenciar la capacidad de concebir de forma natural. “Te estudian el cuerpo y te dicen lo que necesitas. Por ejemplo, me han dicho que estoy baja en vitamina D y B”, desvela Tamara, que reconoce que es un proceso “muy laborioso, pero muy bonito”. “Si Dios quiere que tenga hijos, los tendré”, remata.

Así, la socialité desmiente estar sometiéndose a un tratamiento hormonal o de reproducción asistida, algo que se había rumoreado en los últimos tiempos. Y es que su profunda fe religiosa le ha hecho decantarse por esta técnica con la que intentará quedarse embarazada “por la gracia de Dios” y de forma natural, aunque no descarta recurrir a la congelación de óvulos o a algún otro método de fecundación.

En la web de Fertilitas, el tratamiento al que se está sometiendo Tamara, definen la naprotecnología como “una nueva ciencia reproductiva que está revolucionando el mundo de la fertilidad”. Según se lee en la descripción, este método “se basa en el diagnóstico y tratamiento de las causas de infertilidad, tanto del hombre como de la mujer, mediante el estudio y el seguimiento del ciclo de la fertilidad del matrimonio”.

De esta manera, la naprotecnología ofrece una “respuesta médica, ética y natural” a aquellas parejas que busquen mejorar su salud reproductiva y tener un hijo sin recurrir a la reproducción asistida.

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