La economía española sigue en vías de recuperación. En junio, los precios rebajaron su escalada respecto al dato de los meses anteriores, con una caída de 1,7 puntos que también contempla los costes de los alimentos y las bebidas alcohólicas. La inflación general se ha descolgado de la media europea, bajando hasta el 1,6% y dejando la segunda cifra más baja de toda la zona. El consumo, en cambio, se resiste y continúa débil pese al avance del turismo. El escenario, aunque parece positivista, también tiene sus propias víctimas: las pequeñas y medianas empresas.
Las pymes no consiguen levantar cabeza tras el duro revés que supuso la crisis de la covid-19. El impacto de la guerra de Ucrania ha obstaculizado cualquier evolución. El último informe de Cepyme, correspondiente al primer trimestre de 2023, sostiene que la recuperación económica no ha cuajado en el sector. En el 59,12% de los negocios las ventas no remontan, según el barómetro de la plataforma. Los motivos no son otros que la inflación acumulada y el aumento de los costes, tanto en el terreno laboral como en el productivo.
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Las empresas, sin embargo, no han querido que los clientes asuman en primera persona estos gastos: tres de cada cuatro pymes han evitado trasladar de forma íntegra la subida de los costes a los precios finales. Cepyme se hace eco del dato y destaca que, en el 36% de los casos, los negocios han mantenido sus precios base. El 41% de los establecimientos han optado por subirlos, aunque no al nivel de la inflación. El porcentaje restante ha dejado en manos del consumidor el incremento de las cuotas. Las empresas españolas se dedican, fundamentalmente, a la construcción, la hostelería y la industria manufacturera.
Las pymes, preocupadas por los costes
El informe desvela que las principales preocupaciones de las empresas tienen que ver con los gastos. La lista la encabezan las facturas de la luz, el agua o la electricidad, cuya subida ha provocado un encarecimiento de los costes de producción. El podio lo completan los sueldos de los trabajadores y, en tercer lugar, las tarifas fiscales. Cepyme considera que los sobrecostes de las pymes españolas minan su competitividad en el mercado.
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La compañía aseguradora Hiscox también ha publicado hace pocos días un dossier sobre el estado actual del sector. Los resultados evidencian un futuro incierto, marcado por la incertidumbre y los efectos de la inflación. El 39,2% de las pymes, según el informe, cree que sería difícil hacer frente a un contexto de recesión económica. El estancamiento de las ventas vuelve a ser el gran protagonista, un indicador que afecta a casi todo el tejido empresarial español, formado principalmente por este tipo de compañías. Las pymes, que llevan meses atiborrando una especie de tira y afloja con el Gobierno de coalición, piden un mayor compromiso político para acelerar su recuperación.
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