España alberga uno de los patrimonios naturales más ricos de Europa. Gracias a la gran cantidad de parques naturales y pueblos rurales, el viajero puede conocer infinidad de parajes que le sorprenderá: desde piscinas naturales, pasando por hermosas rutas de senderismo, hasta cascadas y picos escarpados. De esta forma, la oferta de turismo rural que ofrece nuestro país es increíble.
En este sentido, destacan la gran cantidad de pueblos y villas que permiten descubrir estos rincones únicos. En Albacete, se enclava uno de los más especiales, pues aparte de contar con una gran variedad paisajística, el pueblo mantiene su carácter medieval e histórico. Este es el caso de Alcalá del Júcar, una localidad incrustada en la hoz del río Júcar, en la ladera de la montaña entre un castillo y el río. Se caracteriza por su disposición, ya que sus calles conectan viviendas horadadas en las cuevas naturales.
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En cuanto a su historia, el nombre es de origen árabe, Al-ka-la (castillo), lo que denota el carácter militar de esta población, siendo uno de los emplazamientos más importantes de la región. Se enclava estratégicamente frente a un puente por el que transita el Camino Real que conecta Castilla con el Levante. Además, sirvió de aduana durante los siglos XIV y XV. Actualmente, constituye una de las villas más bellas de Albacete gracias a su patrimonio histórico y cultural, así como por su bello entorno.
Un paseo por Alcalá del Júcar
El casco antiguo de Alcalá del Júcar fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1982, y razones no le faltan. Caminando por sus calles se pueden descubrir monumentos de gran interés de los que destaca el imponente castillo. Este se enclava en la ladera de la montaña y fue construido entre los siglos XII y XIII. Se caracteriza por ser un claro ejemplo de arquitectura islámica a pesar de contar con alguna reforma posterior. Actualmente, presenta una forma pentagonal con dos pequeñas torres de planta circular, dispuestas en tres alturas. A su vez, se pueden apreciar también restos de la antigua muralla (para consultar horarios y precios accede a https://alcaladeljucar.net/monumentos/).
Por otro lado, se encuentra la iglesia de San Andrés, un templo humilde, pues se cree que era el lugar de culto de la población rural de la zona tras la invasión cristiana que carecían de medios para una iglesia mayor. Para llegar hasta ella hay que cruzar el puente romano, el cual divide el casco antiguo de la parte más moderna.
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Desde la página de turismo de la localidad señalan que es llamado “romano” por su apariencia, no por su origen ni por su estilo o sus requisitos arquitectónicos. Cabe destacar también la plaza de toros. Asimismo, a tres kilómetros de la villa se ubica la ermita de San Lorenzo, una construcción de estilo neoclásico cuyo origen se desconoce.
Las casas-cueva: museos y túneles que recorren la ciudad
Más allá de los monumentos de su casco antiguo, la localidad se caracteriza por sus impresionantes casas-cueva. Se tratan de cavidades excavadas en la montaña que se ubican en el centro de la villa. Son un total de tres:
La cueva del Diablo está excavada en el mismo corazón del peñón donde se asienta el pueblo. Su construcción fue iniciada en 1905 para ser usadas como corrales, palomares y alacenas. Las Cuevas de Masagó y Cueva del Duende destacan por su belleza y delicado picado. Son de origen almohade y se han conservado intactas durante siglos. Además, se pueden encontrar salas como la bodega o Jaraiz, así como el Museo de Fósiles, una de las mayores colecciones de fósiles de toda España, ya que cuenta con más de 600 piezas, y el Museo de Numismática.
Por último, la Cueva del Rey Garadén se enclava en mitad del casco histórico de Alcalá. Tiene alrededor de 750 años y hacía la función de vigía, para controlar que toda la gente que iba a Levante pagara el tributo. Consiste en un túnel de unos 170 metros que a día de hoy se ha transformado en un gran palomar.
Una playa fluvial y rutas de senderismo
A todo es conjunto monumental no le puede faltar un lugar de ocio donde poder descansar y darse un chapuzón. Por ello, a escasos 50 metros del puente romano, se ubica una playa fluvial acondicionada para el baño. Tal y como señalan fuentes de la oficina de turismo de Alcalá del Júcar a Infobae España, es de libre acceso, gratuita y solo abre durante la temporada de verano. Sin embargo, carece servicio de vigilancia.
A su vez, los alrededores son impresionantes, pues se pueden encontrar parajes como el del Tranco del Lobo, el del embalse del Molinar o el hermoso Parque Natural Hoz del Júcar. Todos ellos son perfectos para conectar con la naturaleza y conocerlos haciendo numerosas rutas de senderismo tanto a pie como en bicicleta (para consultarlas accede a https://alcaladeljucar.net/rutas-senderismo-btt/).
Cómo llegar
Desde Albacete, el viaje hasta Alcalá del Júcar es de alrededor de 55 minutos por la carretera N-322. Por su parte, desde Valencia el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 40 minutos por las vías A-3 y N-322.
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