La cala escondida entre acantilados que no frecuentan los turistas: aguas cristalinas en una de las costas más bonitas de España

Mar, naturaleza, belleza y arte son alguno de los aspectos que definen la hermosa Costa Dourada. Tierra de inspiración para artistas de la talla de Gaudí, Miró o Pau Casals, el patrimonio natural que alberga es uno de los más completos de España. Se caracteriza por sus impresionantes playas y enclaves Patrimonio de la Humanidad, pero también por su dilatada historia, donde distintas civilizaciones han dejado una huella cultural imborrable que podemos disfrutar hoy en día.

La Costa Dourada es uno de los mejores destinos para disfrutar en verano o cualquier época del año por muchos motivos, pero uno de ellos es sin duda sus playas. En Salou, localidad considerada la capital de este litoral, se ubica una de las calas más hermosas de la zona. Se trata de la cala de Penya Tallada, un arenal de apenas 60 metros de longitud que es uno de los mejores para huir del ajetreo de la ciudad. Además, es perfecto para relajarse, ya que no suele estar muy frecuentado.

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El cabo donde se ubica Salou forma un macizo de pequeña extensión de bosques de pinos que va prácticamente desde la playa de la Penya Tallada hasta el faro de Salou. Las grandes rocas que se adentran en el mar forman paredes naturales erosionadas de forma caprichosa por la fuerza del viento. Estas han facilitado la aparición de preciosas calas como cala Morisca, cala de la Vinya, cala de la Font, cala Crancs y, la más bella de todas, la cala de la Penya Tallada, así lo indica José Alejandro Adamuz en el libro Playas de España que no te puedes perder (Anaya Touring).

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Estos arenales fueron los favoritos de los piratas, y ahora son de aquellos que quieren despejarse del ambiente frenético de la ciudad. La cala está formada por una pequeña lengua de arena fina y zonas de rocas. Adamuz señala que la principal característica le viene ya dada en su topónimo, pues Penya Tallada significa ‘roca cortada’. Así, el arenal está dominado por una impresionante pared de unos 100 metros que se adentra en el mar. Un fenómeno que sorprende a cualquier viajero que vaya.

Sin embargo, dado que su acceso es complejo, la cala no cuenta con muchos turistas. Para llegar hasta ella se puede seguir el antiguo camino de ronda que parte desde el mismo paseo marítimo de Salou y recorre toda la costa. A esto se le suma la carencia de cualquier tipo de servicios.

Desde Lleida, el viaje hasta la cala es de 1 hora y 20 minutos aproximadamente por las carreteras AP-2 y C-14. Por su parte, desde Barcelona, el trayecto tiene una duración de alrededor de 1 hora y 30 minutos por la vía AP-7.

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