A sus 61 años, Damián no se ha dado por vencido en el amor a pesar de que, durante su participación en el programa de citas First Dates de Cuatro, ha asegurado que siempre le ha sido esquivo. “Necesito saber qué es el amor, porque yo he amado mucho pero nunca me he sentido amado. Nunca”, ha confesado el hombre oriundo de Menorca.
De esta manera, tras dos matrimonios fallidos a su espalda -con una mujer y con un hombre-, el concursante llegó al programa de Carlos Sobera en búsqueda de una nueva oportunidad y, según afirmó, al amor de su vida. Sin embargo, esta vez tampoco ha tenido suerte.
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Damián, quien aseguró que todas sus parejas lo habían engañado, buscaba una persona atenta a la que le gustase lo mismo que a él: salir a caminar, la playa y recoger setas. “Si no es guapo me da igual, pero tampoco algo deshecho”, se sinceró.
Una cita sin química
Lamentablemente, este hombre religioso y de familia conservadora, no ha congeniado con Serafín, un entrenador de voleibol de 51 años llegado desde Zaragoza. Si bien se gustaron a primera vista, a lo largo de la cena se fueron descubriendo cosas que no le cerraron a ninguno de los dos.
Por su parte, Serafín se terminó por hacer a la idea de que Damián precisa siempre estar en pareja, algo que no ha sido para nada de su agrado. La incomodidad también se fue apoderando de Damián, quien se ha mostrado muy extrañado con el comportamiento de su cita a lo largo de la velada.
“Me sigue la corriente, pero no cuenta nada. Venía muy ilusionado pero no se lo ha currado nada, es una momia”, ha lamentado el menorquín. Al momento de decidir si tener o no una segunda cita, ninguno de los dos lo ha dudado: “no”. El amor sigue sin llegar a la vida de Damián.
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