Daley Blind, el fichaje más mediático del Girona que sufrió dos infartos y juega con un desfibrilador implantado

Durante su etapa como jugador del Ajax padeció dos ataques cardíacos, del segundo salió adelante gracias a la acción de su desfibrilador implantado. “Sufrí un infarto, pero me pude levantar e incluso acabar el partido”, explica

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Blind durante su presentación como jugador del Girona (Girona).
Blind durante su presentación como jugador del Girona (Girona).

“Tuvimos buenas conversaciones, estaba abierto a escuchar y me enseñaron un ambicioso plan, quieren crecer. Estuve muy interesado desde el primer momento que empezamos a hablar. Hablé con Míchel sobre fútbol, sobre cómo quería jugar. Estuve muy interesado. Me gusta su visión. Desde ese momento mi interés creció. La propuesta del Girona me atrajo inmediatamente, estoy muy contento de estar aquí”. Así explica Blind durante su presentación como flamente nuevo jugador del Girona los motivos que le llevaron a fichar por el club catalán.

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El neerlandés se ha convertido en el fichaje más mediático del verano tras pasar del todopoderoso Bayern de Múnich al modesto Girona. La vida le ha dado no una, sino hasta dos segundas oportunidades a Daley Blind. Y no sólo futbolísticamente recalando en un equipo que le permitrá tener un papel protagonista, sino corpóreamente. A sus 33 años ha sufrido y superado dos infartos que, no obstante, le han obligado a implantarse un desfibrilador para poder seguir compitiendo al más alto nivel. El desfibrilador cardioversor implantable (DCI) que lleva en el pecho sirve para detectar cualquier latido cardíaco irregular y administrar una descarga que puede salvarle la vida en caso de sufrir un repentino paro cardíaco.

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“No podrás volver a jugar al fútbol”

Diciembre de 2019, el Valencia visitaba el Johan Cruyff Stadium con la tarea de conseguir la clasficiación a octavos de final de Champions. Enfrente un Ajax de Ámsterdam mermado por la fuga de sus mejores jugadores aquel verano. El partido, lejos de ser recordado por la victoria valencianista, pasó a la memoria de los aficionados por el desvanecimiento de Daley Blind. Se sintió mareado y lo llevaron rápidamente para recibir tratamiento. Los médicos diagnosticaron un trastorno del ritmo cardíaco por una inflamación en uno de los músculos del corazón e inicialmente sugirieron que su carrera profesional había terminado.

“Tuve como un pequeño infarto. Normalmente, uno se desmaya en esas situaciones, pero la mía recién estaba empezando. Mi corazón recuperó el ritmo en ese mismo momento, por lo que pude levantarme minutos después. Había tenido un infarto, pero pude levantarme e incluso terminar el partido. Los médicos me preguntaron si estaba bien y les dije que solo tenía hambre. Por supuesto, ellos me hicieron todos los exámenes, tuve que quedarme dos semanas en observación”, explicaba Blind aquel problema cardíaco.

Ocho meses después, un segundo aviso

Lejos de que aquello supusiera el final de su carrera deportiva, el neerlandés encontró la solución para poder manterse a salvo y seguir compitiendo al más alto nivel. Se implantó un desfibrilador cardioversor implantable (DCI) que le salvó la vida durante un partido de pretemporada ante el Hertha Berlín, ocho meses después del primer infarto. De nuevo con el Johan Cruyff Stadium como escenario, pero esta vez en un amistoso, el futbolista volvió a sufrir otro ataque cardíaco del que salió adelante gracias al DCI.

Blind durante su etapa como jugador del Ajax (REUTERS).
Blind durante su etapa como jugador del Ajax (REUTERS).

El encuentro afrontaba la recta final cuando Blind cayó al suelo repentinamente. Sus compañeros enseguida avisaron a los servicios médicos que acudieron rápidamente hasta él para evaluar la situación. Tras unos interminables y angustiosos minutos de atención, el jugador pudo levantarse y abandonar el terreno de juego por su propio pie. Su corazón se había detenido, pero el implante médico lo salvó. El desfibrilador se accionó automáticamente y Blind reaccionó. Así, aprendió a convivir con su afección cardíaca y con la dependencia del DCI en su cuerpo para jugar al fútbol y sobre todo, mantenerse con vida. “Su desfibrilador se disparó. Lo sustituimos de inmediato y ahora se encuentra y siente bien, se siente bien”, explicó Erik Ten Hag, técnico del neerlandés en aquella época.

Espejo para Eriksen

Blind fue un ejemplo para que Eriksen, futbolista danés que sufrió un paro cardíaco en la Eurocopa 2020, viera que es posible seguir jugando al fútbol después de sufrir un infarto. “Gracias a mí, creo que pudo ver que era posible. Y pienso que por eso no se rindió. Si existe la posibilidad de jugar de forma segura, ¿por qué no arriesgarse e intentarlo? Cuando los médicos me dijeron que podía manejar esta situación con medicación y entrenamiento, creo que solo pensé en intentarlo”, asegura Blind.

Ahora, casi media década después de sus dos avisos, Blind afronta con ilusión y sobre todo salud su nuevo reto en el Girona tras haber pasado por clubes tan históricos como Ajax, Manchester United y Bayern de Múnich. La vida le dio no una, sino dos oportunidades, y Blind, afortunadamente, las aprovechó.

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