Así son los ‘Romeo’, los nuevos helicópteros que España usará para combatir submarinos

El Ministerio de Defensa continúa incrementando las capacidades de las Fuerzas Armadas españolas y, en su afán de fortalecer a la Armada, ha aprobado en las últimas semanas la compra de una nueva flota de helicópteros destinados a la guerra antisubmarina. Este proyecto, conocido como Helicóptero multipropósito de la Armada y con un presupuesto de 820,5 millones de euros, es uno de los que todavía precisan el visto bueno definitivo del Consejo de Ministros, algo que previsiblemente sucederá el próximo martes, en la que será la última reunión de esta legislatura.

El modelo elegido por el Gobierno es el MH-60R Romeo, fabricado por la empresa estadounidense Lockheed Martin, la misma que desarrolla el avión de combate F-35, que también suena con fuerza para ser incorporado por la Armada. La intención de la cartera de Margarita Robles es adquirir ocho de estos helicópteros, con sus respectivos equipos y armamento asociados, a un precio de algo más de 102 millones por aeronave.

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El helicóptero estadounidense, cuyo fabricante asegura que está “construido para el dominio marítimo”, se impuso a la propuesta presentada por Airbus Helicopters, que había ofrecido la versión antisubmarina de su modelo NH90, aeronave destinada a tareas de transporte -en cuyo desarrollo está involucrado España- que ya despliega tanto el Ejército de Tierra como el Ejército del Aire y de la que la Armada ya ha encargado siete unidades.

El Romeo, que comenzó a desarrollarse en 1999, ha sido diseñado y construido según las especificaciones de la Marina de Estados Unidos, necesitada de un helicóptero resistente, potente y confiable capaz de ser desplegado desde tierra o desde un buque. La aeronave posee sensores digitales avanzados que incluyen un radar multimodo, sistema de medidas de apoyo electrónico, cámara electroóptica/infrarroja, sistemas de supervivencia de las aeronaves, sonar de inmersión y sonoboyas.

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Además, el MH-60R cuenta con un sistema de misión totalmente integrado que procesa los datos de los sensores para crear una imagen situacional completa de la superficie del océano y el dominio submarino. De esta manera, la tripulación puede rastrear, apuntar y atacar barcos o submarinos de manera efectiva y eficiente.

Entre el armamento que puede portar el Romeo sobresalen los torpedos antisubmarinos Mark 54 Mako y los misiles aire-tierra AGM-114 Hellfire. Además, también puede incorporar armas ligeras empleadas por la tripulación y ubicadas en el portón derecho de la aeronave. Con esta compra, España se suma a países como India, Grecia, Noruega, Corea del Sur, Arabia Saudí y Australia que ya han optado por el helicóptero estadounidense.

El Romeo es el es heredero natural de la actual aeronave de ala rotatoria que España emplea en misiones de guerra antisubmarina: el SH-60B, un modelo con tecnología prácticamente obsoleta. De hecho, la Armada, que cuenta con una flota de 12 SH-60B, es la única fuerza naval del mundo que todavía despliega esta versión.

Precisamente, ha sido el desfase tecnológico de los equipos dentro de estos helicópteros lo que ha llevado a la cartera de Margarita Robles a acelerar su sustitución, dado la gran dificultad para mantenerlos o repararlos. Esta situación se agravó en 2015, año en que Estados Unidos dejó de utilizar el helicóptero. De la docena de SH-60B que conforman la Décima Escuadrilla de Aeronaves, los primeros seis fueron comprados hace 35 años, en 1988, mientras que la mitad restante llegaron en 2002.

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