El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma que los precios rebajaron su escalada en junio en comparación con los meses anteriores, incluidos los alimentos y las bebidas no alcohólicas, que se desaceleran en 1,7 puntos aunque continúan muy elevados en comparación con el resto, en el 10,3% respecto al mismo periodo de 2022. No obstante, esto supone la menor cifra desde abril de 2022 para este tipo de productos, que alcanzaron su récord en el 16,6% de febrero de 2023, lo que podría significar que la subida del precio de los alimentos tocó techo y es cuestión de tiempo su descenso progresivo.
En general, el IPC cayó al 1,9% en junio de 2023, su menor avance en 27 meses, desde abril de 2021, más de un punto por debajo de la registrada en mayo (3,2%). Esto se debe al efecto escalón al comparar con el mismo mes del año 2022 y a la moderación de los precios de todos los componentes de la cesta, destacando las caídas del transporte, de los carburantes y de la electricidad. No obstante, la inflación subyacente, que incluye alimentos no elaborados, se resiste en niveles elevados al situarse en el 5,9% y desciende solo dos décimas en comparación interanual.
Esta buena cifra del mes de junio ya fue prevista por el Banco de España en la presentación de sus últimas proyecciones macroeconómicas el pasado 19 de junio, pero su director general de Economía y Estadística, Ángel Gavilán, señaló que a partir de julio el índice general de los precios volverá a repuntar por el “efecto base”, es decir, porque las bajadas de los precios de la energía a partir de julio de 2022 fueron mayores de las que se van a producir este año.
La tasa del 10,3% de los alimentos se debe, según explica el INE, a que los precios de las frutas, el pan, los cereales y la carne han aumentado menos que en junio de 2022. También influye la estabilidad de la leche, el queso y los huevos frente a la subida del año anterior y la bajada de los precios de las legumbres y hortalizas, que aumentaron en junio del año pasado. Cabe señalar, aunque en sentido contrario, la subida de los precios del aceite y las grasas, frente a la bajada de junio de 2022.
Por otra parte, los precios del transporte (carburantes y lubricantes para vehículos personales) registran una variación negativa, cayendo un 7,6% en tasa interanual, al igual que los de la vivienda, que caen un 12,7%. En el lado contrario, el ocio y la cultura se encarecen un 5,2% interanual porque los paquetes turísticos aumentan más sus precios que en junio de 2022.
Menos inflación que en Europa
La inflación es todavía menor si se observa el dato del IPC armonizado, el indicador que proporciona una medida común de la inflación para hacer comparaciones con la Unión Europea, que registra una variación anual del 1,6%, también más de un punto por debajo de la del mes anterior (2,9%). De esta manera, se mire un indicador u otro, España se suma al reducido grupo de países de la Unión Europea que ya han marcado en algún momento una inflación por debajo o en el límite del 2%, la cifra a la que recomienda llegar el Banco Central Europeo.
Según los últimos datos disponibles en Eurostat del IPC armonizado del mes de junio, solo Luxemburgo y Bélgica, junto a España, registraron inflaciones por debajo del 2%, del 1% y el 1,6%, respectivamente. Desde el Ministerio de Asuntos Económicos celebran que España “es la primera gran economía de la zona euro en reducir la inflación por debajo del 2%”. Según la cartera liderada por Nadia Calviño, este dato respalda que “las medidas adoptadas han permitido reducir la inflación en casi nueve puntos en menos de un año”. Además, la baja inflación permite a las empresas españolas ganar competitividad y a los salarios recuperar poder adquisitivo.
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