“No hemos ganado las elecciones, hemos ganado el debate”. Esa es la frase que, desde la madrugada del lunes, se repite en Génova. El Partido Popular quiere evitar una “euforia irresponsable” que desmovilice a su electorado, sin embargo, están contentos y confiados. Tanto es así, que tras el debate y ya casi en el ecuador de la campaña han cambiado de estrategia. “Sánchez está dispuesto a ser presidente perdiendo”, advierte en conversación informal con los periodistas el candidato ‘popular’, que desde Ciudad Real hace hincapié en este mensaje, que aunque parece otro dardo a Sánchez, realmente va directo a Abascal. Feijóo se dirige a sus votantes.
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Para ello, este lunes ha sido determinante, no solo por el debate, también por la investidura fallida de Fernando López Miras. De ahí salen dos mensajes: Vox ha bloqueado la investidura de Fernando López Miras en Murcia, y “Sánchez puede gobernar perdiendo”, ya que no acepta su propuesta de que gobierne la lista más votada. Para Feijóo, que un candidato no acepte ese pacto “para difuminar y dejar a los extremos fuera de la centralidad es toda una declaración de intenciones”, lo que espera que hayan percibido los votantes de Vox para que cambien de papeleta.
18 provincias determinantes
En este sentido, el PP ya echa cuentas para apelar, con razones, al voto útil de los seguidores de Santiago Abascal. Y lo plantea desde Ciudad Real, una de las 18 provincias donde los votos a Vox podrían comprometer el escaño del PP, que podrían llevarse los socialistas. Entre todas suman 36 escaños, determinantes para acercarse a una mayoría absoluta. En la ciudad castellanomanchega, se reparten 5; si los votos de Vox no se traducen en un escaño, supondría la pérdida de un diputado determinante para el PP, plantean desde el partido.
“Si los votantes de Vox reparten el voto, es más difícil que Sánchez se vaya”, plantea el líder del partido. Esto podría ocurrir en las provincias de Aragón, donde Feijóo estará el domingo en un mitin en Zaragoza; en Albacete, en Cuenca, en Badajoz, en Huelva… En definitiva, en las pequeñas provincias que reparten entre 3 y 5 diputados, que serán determinantes, ya que, entre todas, suman hasta 36 escaños.
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Así, Núñez Feijóo da un giro a su estrategia. Se centrará en hacerse con esos 36 escaños que le pueden dar la victoria. Para ello, apelará al votante de Vox, llamando al voto útil para su partido, argumentando que el de Abascal no garantiza “derogar el sanchismo”.
“Para que siga Sánchez tenemos bastantes opciones. Votar al partido sanchista, Sumar y a los 18 partidos que la componen, a ERC, a Sortu, Bildu y a los Puigdemont y también se puede votar a aquellos que dicen que quieren que gobierne el PP para después bloquear en una comunidad autónoma, a esos se puede votar para que no haya cambio”, dijo Feijóo desde Ciudad Real, donde aseguró que el voto a Vox es una “broma sanchista” y de “voto útil a Sánchez”.
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