Tamara Falcó e Íñigo Onieva ya han puesto rumbo al primer destino de su luna de miel tras casarse este sábado 8 de julio. La pareja ha acudido este martes al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas para iniciar su viaje de novios, pero lo que nadie esperaba es que Mario Vargas Llosa se acabara convirtiendo en protagonista inesperado de ese feliz momento al coincidir con ellos en la terminal.
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Según ha desvelado Europa Press, la hija y el ex de Isabel Preysler han estado a la vez en las instalaciones del aeropuerto madrileño y han estado a punto de cruzarse. De hecho, en el vídeo de la agencia se observa al escritor salir de la sala Premium de la terminal y subirse a un coche que le llevará al avión con el que realizará su primer viaje tras su alta hospitalaria. El vehículo pasa al lado de una furgoneta negra que está aparcada en la puerta y que, apenas unos segundos después, recoge a Tamara e Íñigo para desplazarles hasta su vuelo.
De esta manera, la marquesa de Griñón y el Nobel han evitado un incómodo reencuentro tras la ruptura de Mario e Isabel, una turbulenta separación que distanció a Tamara del escritor después de que él se burlase de ella en uno de sus cuentos. “Que escriba un Nobel sobre mí, me encanta. ¿Qué quieres que te diga? Yo me llevo muy bien con él, es un artista y no le quiero dar más importancia”, dijo entonces la joven.
Más allá de esta inesperada casualidad, se desconoce qué destino tomarán tanto Tamara e Íñigo como Vargas Llosa. Lo que sí se sabe es que los recién casados van a disfrutar de una lujosa luna de miel en la que pretenden recorrer los cinco continentes y que podría empezar por Miami, destino en el que tendrán la oportunidad de visitar a Enrique Iglesias después de que fuera uno de los grandes ausentes en el enlace de su hermana.
El motivo de la ausencia de Enrique Iglesias
En la exclusiva de su boda en ‘Hola’, Tamara Falcó desvela los motivos de la sonada ausencia de su hermano Enrique en su boda con Íñigo Onieva. Según comenta la socialité, habló con el cantante antes del enlace y este justificó su ausencia porque “no le gustan estos encuentros sociales”. Tamara le propuso entonces acudir a la ceremonia religiosa para verla dando el ‘sí quiero’ a Íñigo Onieva, pues para ella lo más importante es el sacramento, y no quedarse a la fiesta, pero él declinó la invitación.
Y aunque no entiende la actitud de su hermano, intenta justificarlo con unas palabras que han desatado todo tipo de especulaciones acerca de un posible distanciamiento entre el artista y el resto de la familia Preysler: “Para mí ese día es mucho más (que un acontecimiento social), pero cada uno de nosotros tenemos nuestras heridas, nuestras situaciones”. Además, la marquesa dejaba entrever que la relación con su hermano no sería demasiado fluida, ya que como revela, habría sido Ana Boyer quien habló con él y a quien le excusó su ausencia en la boda de Tamara porque “tenía un concierto en Los Ángeles”.
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