De cómo la hija de una oradora motivacional y un chamán acaba convirtiéndose en el nuevo gran rostro de una saga como Misión Imposible hay un gran trayecto. Un viaje que comienza con Woody Allen, sigue con Peggy Carter en el Universo Cinematográfico Marvel y continúa con las aventuras de Tom Cruise en Misión: Imposible. Es la historia de Hayley Atwell, una actriz que es ampliamente desconocida por el gran público pero que tiene mucho por demostrar.
Atwell nació en Londres en 1982, aunque posee la doble nacionalidad inglesa y estadounidense debido a los orígenes de su padre, que desciende de nativos americanos. Siguiendo los pasos de su madre, Atwell ingresó en la Escuela Superior de Oratoria en Londres, pero pronto comenzó a interesarse por el mundo de la interpretación y tomó la decisión de entrar en la Guildhall School of Music and Drama. El único problema era el dinero de la matrícula, la cual se costeó a través de realizar un anuncio para nada menos que la marca de patatas Pringles.
Pringles se puede apuntar el tanto de descubrir a Atwell, pero quien la descubrió al resto del mundo no fue otro que Woody Allen, quien la escogió para un papel en El sueño de Casandra. Ocho meses después de graduarse en la academia de interpretación que ella misma se había pagado ya estaba trabajando con uno de los directores más importantes de cine y compaginándolo con la Royal Shakespeare Company. Su carrera solo acababa de empezar, pero ya apuntaba bien alto.
La ‘Hulk Hayley’ que terminó en superheroína de Marvel
En más de una entrevista, Atwell ha comentado que su mayor hándicap para triunfar en la industria no tenía nada que ver con su talento o capacidad interpretativa, sino con su físico. El mismo físico que le había encasillado desde joven y el que se encargó de utilizar descubriendo el mundo del rugby cuando estaba en la Escuela de Oratoria. “Solían llamarme Hulk Hayley por aquel entonces, y yo solía pelear con los chicos”, reconoce la actriz, quien irónicamente terminaría viéndose envuelta en la saga Marvel.
Porque tan solo 3 años después de Woody Allen, la británica era escogida para acompañar a Chris Evans en Capitán América: El primer vengador, en la que daba vida a Peggy Carter. Desde el primer momento en que dio vida a la gente especial que ayuda al Capitán América en sus aventuras, la interpretación de Atwell fue celebrada como una de las más sorprendentes e impresionantes de todo el MCU. Sin embargo, de nuevo la actriz se tenía que enfrentar a un hándicap, y no era otro que el hecho de que su personaje no pudiera seguir al Capi en las siguientes películas, dado el salto temporal.
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Aun con todo, Atwell y Marve encontraron la manera de hacerle un hueco a Peggy Carter, ya fuera con pequeños cameos en películas posteriores como El soldado de invierno, La era de Ultrón o Ant-Man. Tal era la confianza de los productores en la actriz y tan demandado su personaje por el público que Atwell vivió una segunda vida con su personaje en televisión, donde protagonizó Agents of S.H.I.E.L.D. e incluso llego a tener su propia serie con Agente Carter. Su última aparición fue en Doctor Strange en el multiverso de la locura con una versión alternativa en la que ella es la Capitana con superpoderes, pero la de su personaje original fue en el icónico final de Vengadores: Endgame, cerrando de manera preciosa lo que habían comenzado ella y Evans con la primera película.
Hayley, la ladrona
Mientras no sabemos si la etapa de Atwell en Marvel ha terminado, la actriz ha querido salir un poco del personaje con el que lleva años conviviendo y dar el salto a otro lado. Un salto en el que ha ido a parar a otra gran franquicia cinematográfica y, como le sucediera con Chris Evans, a plantarle cara a un titán de la acción como Tom Cruise. En Misión Imposible: Sentencia mortal da vida a Grace, una ladrona de guante blanco que se cruza en el camino de Ethan Hunt y su equipo.
El de Grace es el último personaje en sumar a una lista de pocos pero memorables personajes, entre los que también está el de Lady Bless Foster en La duquesa o a Lady Julia Flyte en Retorno a Brideshead, por la que es famosa la anécdota que dice que Miramax (el estudio de los hermanos Weinstein) le pidió que bajase de peso para la película. Fue su compañera de reparto Emma Thompson quien le convenció de que no se sometiera a ello, lo que sumado a su fuerte personalidad permitió a Atwell seguir adelante. Como hiciera en la universidad en su versión Hulk Hayley, Atwell sigue adelante sin cambiar ni un ápice su forma de ser, y solo así ha sabido encontrar su hueco, ahora en un nuevo desafío en el que estamos seguros que no le vendrá grande.
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