La nieta del carabinero fusilado durante el franquismo encuentra a su abuelo 87 años después: “Por fin podremos enterrarle dignamente”

El 23 de julio de 1936, apenas unos días después del golpe de Estado militar contra el Gobierno de la II República, las tropas franquistas asesinaron en Ribadeo, Lugo, a un total de siete personas

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La ARMH halla los restos
La ARMH halla los restos de dos hombres en una fosa común del cementerio de Ribadeo, Lugo, que fueron asesinados por tropas franquistas en 1936. (ARMH)

María José Mon empezó a buscar los restos de su abuelo, Manuel Mon Miranda, “casi por casualidad”, al ver su nombre hace unos años en un artículo periodístico en el que se hacía un llamamiento a los familiares de las siete personas que fueron asesinadas por tropas franquistas el 23 de julio de 1936 en Ribadeo, Lugo. No dudó entonces en ponerse en contacto con Miguel Freire, investigador de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), y el pasado mes de marzo formuló la petición de exhumación. “Emprendí este camino para honrar a mi padre”, cuenta María José a Infobae España.

La semana pasada la búsqueda de la ARMH dio sus frutos al hallar en una fosa común del cementerio de Ribadeo los restos tanto de Manuel Mon Miranda, que era carabinero y padre de cuatro hijos, como los de Justo Fernández Suárez, un jornalero de 26 años, por lo que sus familias podrán enterrarlos dignamente. “Después de tantos años por fin podemos tener sus restos con nosotros, aunque me da pena que mi padre no haya podido verlo porque falleció hace 20 años”, lamenta esta mujer, que asegura que en su familia nunca habían tenido mucha información sobre lo ocurrido, pues como sucedió en tantos otros lugares, en Ribadeo también imperó el silencio durante muchos años sobre los crímenes del franquismo.

Imagen de Manuel Mon Miranda,
Imagen de Manuel Mon Miranda, asesinado en 1936 por tropas franquistas. (Cedida)

El hallazgo de sus restos se pudo llevar a cabo, según informa la ARMH, gracias a las investigaciones de Miguel Freire y Xose Miguel Suárez, que aportaron contexto sobre la represión franquista en esta zona de Galicia.

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Siete asesinados

Aquel 23 de julio de 1936, apenas unos días después del golpe de Estado militar contra el Gobierno de la II República, las tropas franquistas provenientes de Lugo entraron a Ribadeo y asesinaron a siete personas, todas enterradas en una fosa común del cementerio. Entre ellas se encontraba una mujer, Rosalía Alonso, que se asomó a la ventana para ver qué estaba ocurriendo y recibió un disparo, según informa la ARMH.

Manuel Mon Miranda, por su parte, se encontraba haciendo guardia, mientras que Justo Fernández Suárez fue asesinado en un enfrentamiento con la guardia civil en la parroquia de Cubelas. El resto de asesinados eran “Casimiro Pérez, también carabinero, Ramón Crespo, un vecino que le acompañaba, Manuel Tella que enfrentó a los golpistas con un hacha, y Vicente Muiño Tojeiro, que se encontraba accidentalmente en el lugar”, detalla la ARMH.

Esas personas también están localizadas, pero a diferencia de Manuel y Justo, no tienen familiares que los reclamen.

Imagen de Justo Fernández, asesinado
Imagen de Justo Fernández, asesinado en 1936 por el franquismo. (Cedida)

María José relata que apenas tres años después de ser asesinado su abuelo, en 1939, falleció su abuela, lo que complicó mucho la infancia de su padre. “Los dos hermanos mayores de mi padre también fallecieron muy jóvenes por enfermedad, así que se quedó solo con su hermana y a ambos los crio una tía”, explica. Con 9 años, en plena posguerra, Manuel “se fue al colegio de huérfanos de la Guardia Civil”, donde estuvo hasta los 16. “Allí le daban un plato de lentejas para todo el día, aunque siempre recordaba que había más piedras que lentejas”.

Abrir fosas para cerra heridas

Esta mujer considera fundamental recuperar la memoria histórica y tilda de “inconcebible”que en un país democrático como España “siga habiendo miles de víctimas de la Guerra Civil y la dictadura enterradas en cunetas y fosas comunes” sin identificar y ahora teme que la entrada de Vox en ayuntamientos y parlamentos autonómicos dificulte aún más esa búsqueda. “Me parece tremendo. El fascismo está campando a sus anchas y más ahora con una ultraderecha en ascenso. Sabemos que la historia se repite y que en épocas revueltas los extremistas esperan un caldo de cultivo para emerger”, lamenta.

Por su parte, la ARMH, que comenzó la búsqueda científica de desaparecidos por la represión franquista en el año 2000, asegura que continuará con sus labores siempre que haya familiares que busquen a sus seres queridos: “Hemos aprendido a desobedecer al olvido y ya no vamos a parar”.

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