Elecciones 23-J: ¿el voto vale lo mismo en todas las circunscripciones?

En Soria se eligen 2 diputados y en Madrid 37. En 2019 un escaño por Madrid costó de media 90.000 votos

Así funciona la ley D'Hont en España: el valor del voto puede variar en función de la provincia

En cada cita con las elecciones generales siempre salen, a lo largo de la campaña o los debates, algunos temas recurrentes. Algunos de ellos son la importancia de reformar la ley electoral, la necesidad de reconfigurar el Senado, lo vital que se convierte para los candidatos acabar con el sistema D’Hont... Cada vez que se abordan estos asuntos -y que casi siempre suele ser en campaña electoral- muchos son los que se preguntan de qué va el sistema D’Hont y por qué todo el mundo le echa la culpa a ese pobre hombre. Muchos otros hablar de la sobrerrepresentación de algunas fuerzas nacionalistas, periféricas o independentistas y la nueva política, en medio de la disputa, apunta a que el sistema está creado para beneficiar el sistema bipartidista.

¿Es cierto? Es cierto a medias, según se mire, según como se formule la pregunta y, por supuesto, según a quién responda.

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Electoralmente, España está dividida por provincias. No, en esta batalla las comunidades autónomas no pintan nada. Lo importante en las elecciones generales son las provincias. La provincia es la unidad electoral mínima con la que la ley D’Hont trabaja.

Cada provincia, tal y como marca la ley, aporta un número mínimo de representante, ¿Cuántos? Dos. Es decir, de 50 provincias que tiene España, se eligen fijos 100. Eso como mínimo. A estos 100 diputados hay que añadir los diputados que aportan las ciudades autónomas. Como son ciudades autónomas y no provincias, el legislador determinó que aportarían solo 1 representante cada una. Uno Ceuta, y otro Melilla.

Por el momento, tenemos en el tablero 102 representantes. A partir de aquí, empezamos a sumar diputados en función de la población de cada provincia. Es decir, si hay mucha población, se elegirán más representantes, si hay pocos habitantes, pues menos. Así de sencillo.

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Soria o Madrid

Todo, como en la vida, ya lo especificamos antes, tiene su lado bueno y su lado malo. Para elegir los 350 diputados del Congreso de los diputados, en primer lugar se eliminan todas las candidaturas que no lleguen al 3%. Entre todas las listas que hayan superado ese umbral, se establece una tabla en la que se dividen los votos en 1,2,3,4... hasta el número total de escaños que se juegan en esa provincia, después se eligen las cifras más altas para elegir la asignación de diputados.

Este sistema puede dar lugar a un valor de voto desigual entre cada una de las circunscripciones. Mientras que en Soria se toman como referencia los 39.112 habitantes que tiene la provincia, en Madrid se realiza esa asignación de escaños en base a los más de 3 millones de ciudadanos que están censados. La clave está, por tanto, en que el reparto de asientos se realiza con la población de la provincia y no con el número de votos emitidos.

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Aquellos que se encuentran a favor de este sistema recuerdan que en Soria se eligen tan solo 2 diputados y que en Madrid 37, lo que supone que la representación de Soria es menor que la de Madrid en el parlamento, pero que, como compensación, para lograr un equilibrio entre la España vaciada y la más poblada, se abarata el número de votos que son necesarios para conseguir representantes en las circunscripciones con menor número de electores.

Los más perjudicados en 2019

En 2019 al PSOE le costó casi 95.000 votos cada escaño por Madrid, el PP, por su parte, pagó por cada escaño algo más de 87.000 votos en la misma circunscripción. El sistema perjudica notablemente a aquellas formaciones que se presentan en todo el territorio y que no logran un apoyo mayoritario, Ciudadanos, por ejemplo, firmó más del doble de votos que ERC, pero consiguió menos escaños. La fuerza independentista logró 874.859 sufragios, Ciudadanos, 1.650.318, pero a Ciudadanos le costó sacar un escaño por Barcelona más de 86.000 votos, en cambio, a ERC, algo más de 79.000 votos.

El caso de Ciudadanos es paradigmático, porque su derrumbe electoral benefició principalmente a Vox, que experimentó un incremento de representación de más del doble de diputados que con respecto a la cita anterior, en abril de 2019. Vox consiguió que por cada escaño el pago fuera de alrededor de 42.000 votos menos que en abril, mientras que el partido, entonces liderado por Albert Rivera, le supuso presentar 90.000 papeletas más que las que tuvo que conseguir el 28A para obtener un representante.

Por su parte, Más País estuvo ante un escenario similar al de Ciudadanos, con la diferencia de que el partido de Iñigo Errejón decidió presentarse en circunscripciones muy concretas con el objetivo de no perjudicar a la izquierda y estrechar el espacio de la derecha. Aun así, Más País fue el partido al que más le costó ganar un diputado, más de 193.000 papeletas, diez veces más que los votos que necesitó Teruel Existe para conseguir el suyo. Lo logró con el 0,18% de los sufragios y menos de 20.000 papeletas, 19.761.

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