Fernando Alonso y el hambre competitiva siempre han acostumbrado a ir de la mano en la Fórmula 1. Al bicampeón del mundo español le enganchan tanto los buenos resultados que se le nota en demasía el cierto pesar que arrastra cuando no le toca cosecharlos a él. Es una sensación que vivió muchísimo tanto en su segunda etapa en McLaren como en Alpine. De la escudería francesa se están acordando algunos ahora, dado el que bien puede ser el peor bache de Aston Martin en la presente temporada: un quinto puesto del asturiano en Austria y un séptimo en Gran Bretaña han disparado ciertas alarmas. Aunque él es el primero que intenta apagarlas, Alonso no acostumbra precisamente a negar lo evidente, y tampoco lo hace en cuanto a la crisis, aunque tibia, de los suyos.
“Es un poco de todo. Otros equipos han mejorado, han traído nuevas piezas que funcionan. El circuito de este fin de semana no era uno de los mejores para nosotros. Y también Pirelli ha introducido unos neumáticos nuevos y tenemos que entenderlos”, consideraba este domingo a la conclusión de la carrera en Silverstone. Hasta la fecha, siguen pesando más los seis podios en diez carreras de los británicos. Pero lo cierto es que Ferrari, Mercedes e incluso McLaren ya están en una ecuación, la de ser el primer equipo entre los mortales tras Red Bull, en la que Alonso y su marca llegaron a convivir en solitario al inicio del curso.
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Los sudores fríos, en recuerdo a esas temporadas en las que Alonso era un fijo en los puntos pero alguien anecdótico en los podios, han aparecido en escena. Apenas han sido cuatro las carreras sin concluir entre los tres primeros, pero las urgencias existen. Al menos, desde fuera, porque el de Oviedo intenta minimizar daños en cuanto tiene ocasión el día en el que su monoplaza no concluye entre los tres primeros.
“No estoy muy preocupado. El coche es mejor de lo que esperábamos este año, luchamos por cosas que en pretemporada nunca soñamos. Si podemos luchar contra los mejores será fantástico, pero hay que verlo con perspectiva. No podemos estresarnos si no estamos en el podio, tenemos que relajarnos”, advirtió tras estar lejos de las posiciones de cabeza en la carrera de casa para los verdes. Sus jefes ya venían advirtiendo dos cosas: que una mayor competencia llegaría en cualquier momento y que las miras de Aston Martin en cuanto a la pelea por el campeonato eran más a largo que a corto plazo. Dicho y hecho.
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Esperanza en los circuitos lentos y volcados con el pilotaje
Alonso, a pesar de todo, intentó sonar lo más conformista posible con el séptimo puesto en tierras británicas, “mejor que el ritmo” que tuvieron los coches de su marca durante todo el fin de semana. Para ponerlo en valor, recordó dónde estaba el equipo hace un año y dónde está ahora: “Si alguien es más rápido, no puedo hacer nada. Tenemos que entender y aprender. No estoy contento con un séptimo puesto, pero el año pasado los Aston Martin eran últimos aquí. En Canadá luchamos por la victoria y sólo han pasado tres semanas. No se puede decir que fuimos rápidos al inicio de temporada y ahora ya no lo somos”.
Claro que Magic preferiría tener un bólido idóneo para todo tipo de circuitos, como el Red Bull supersónico de Max Verstappen. Sin embargo, está visto que su Aston Martin despunta en los trazados lentos y que requieren de mayor destreza al volante. En aquellos en los que prima la velocidad pura y dura, no queda más remedio, por el momento, que dejar sobresalir a otros. Una diferencia de rendimiento que a buen seguro se querrá solucionar, aunque quizá no tan rápido como a los aficionados les gustaría.
Ante las invocaciones a la victoria número 33 de Alonso en la F1 tan recurrentes desde marzo, el freno de mano que echa el propio interesado. Lo hizo precisamente en Silverstone: “El foco que tenemos no es en una carrera. Es a largo plazo. Incluso ayer, el viernes, toda la FP1 fue dedicada al coche de 2024. Sólo por decir un poco dónde está la cabeza ahora mismo de todo el equipo”. Eso sí, sin renunciar a una de sus máximas de esta campaña: “En Abu Dabi (último Gran Premio de 2023) echamos cuentas”.
En el horizonte, dos citas que sobre el papel se presentan más favorables para que esos números mencionados ganen entidad: Hungría (donde el líder de Aston Martin espera especialmente que vuelvan “a ser competitivos”) y Bélgica. Lo que suceda en ambas pruebas, previas al parón veraniego del Mundial durante casi un mes, resultará un buen indicador de dónde están los verdes en el ecuador de la temporada. Puede que sea entonces cuando la brújula deje de abandonarse a la zozobra y señale el rumbo de forma más evidente.
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