Joao Félix se da de bruces con Simeone en su primer entrenamiento con el Atlético

El jugador portugués completa su primera sesión de pretemporada sin dorsal, ejercitándose con la cantera y con su futuro en el aire

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Joao Felix durante el entrenamiento
Joao Felix durante el entrenamiento de este lunes ante la mirada de Simeone (EFE).

Se acabaron las vacaciones de los futbolistas rojiblancos. El Atlético de Madrid ya se ejercita en Los Ángeles de San Rafael. Su búnker particular donde cada temporada se concentra y realiza intensos entrenamientos físicos para cargar baterías de los jugadores de cara a la nueva temporada. La plantilla colchonera realizará dobles y triples sesiones a lo largo de toda la semana y en ellas contará con un invitado inesperado: Joao Félix. El portugués, que jugó cedido en el Chelsea la segunda mitad del curso pasado, llegó a Los Ángeles de San Rafael poniéndose la capucha de la sudadera e intentando mantenerse en un segundo plano.

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No está en el equipo que le gustaría ni bajo las órdenes del entrenador que querría, pero el luso, por el que los colchoneros desembolsaron 127 millones de euros en 2019, tiene contrato con el club hasta 2027. Y, tras su decepcionante erasmus en Londres, debe a enfundarse la rojiblanca, al menos en los entrenamientos. Aunque se dio de bruces con la realidad y Simeone al poner un pie en el césped. El argentino organizó un partido entre los teóricos titulares y suplentes y Joao Félix no estuvo en ninguno de los dos bandos. En su lugar realizó rondos con varios canteranos. Particularidad que es fiel reflejo de su turbulenta situación.

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El Atlético le manda un mensaje quitándole el dorsal

Su marcha en enero coincidió con la remontada liguera del Atlético y la recuperación de las señas de indentidad del ‘cholismo’. Simeone armó un equipo rocoso, difícil de superar y solidario en defensa que choca con la forma de entender el fútbol de Joao Félix. Ante sus suplencias, trató de demostrar en el Chelsea que el equivocado era el técnico argentino, sin embargo, el final de temporada ha reflejado lo contrario. En Londres tampoco dio regularidad a sus fugaces destellos de calidad. Simeone, desde la distancia ganó la batalla racional, pero, por el momento no la última pues el jugador ha vuelto al punto de partida.

Ninguna de las partes implicadas quieren esta situación se prolongue. Incluso Gil Marín, gran valedor de Joao Félix, ha tirado la toalla. Se ha dado cuenta que tener al portugués en el vestuario divide a la afición y es un problema para Simeone. El club ya se ha posicionado. Le he retirado el dorsal 7 al luso para devolvérselo a Griezmann, quien lo había perdido tras su marcha al FC Barcelona. El francés fue otro de los que mejor parado salió tras el erasmus del portugués. Se reencontró con su mejor versión y lideró la recuperación rojiblanca.

Sin ofertas por él

La situación del portugués no es cómoda ni para el jugador ni el entrenador. Tampoco para el club cuya planificación deportiva depende del futuro de Joao Félix, ahora mismo quinto delantero de Simeone tras Griezmann, Correa, Memphis y un Morata que trabaja como uno más pese a estar más fuera que dentro del Atlético. Bajo este escenario, todas las partes implicadas quieren lo mejor para sus intereses. El entrenador deshacerse de un futbolista con el que no cuenta, el jugador encontar acomodo en un equipo que compita en Champions y el club recuperar la inversión que realizó en su días.

El Atlético sigue esperando que un club rompa la banca y presente una oferta cercana a los 100 millones euros que de momento no ha llegado. Una de las pocas esperanzas que tienen es que el PSG se lance al mercado si se produce la salida de Mbappé. Otra opción, aunque más improbable pese a los deseos del equipo, es el regreso del luso a un Benfica que sueña con una cesión. La prioridad rojiblanca es un traspaso, pero si no fuera posible acometería una cesión. Lo único claro es que ni Joao Félix, ni Simeone ni el club quieren que sus caminos estén unidos.

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