El Banco de España ha comenzado a retirar del mercado ciertas monedas de un euro porque están deterioradas o son falsas. La operación se puso en marcha con el cambio de mes, hace apenas una semana, e hizo saltar todas las alarmas. Muchos consumidores se preguntan cuál es el motivo y otros han reaccionado con señas de preocupación. Lo cierto es que la medida no supone ningún cambio a efectos prácticos para la población, que seguramente ni siquiera se dé cuenta del movimiento.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba el pasado jueves la Orden ETD/647/2023, una disposición en la que autorizaba al Banco de España para retirar las monedas falsas o dañadas de un euro. El propio organismo reconoce en su página web que se realizan “rigurosos controles de calidad” antes de poner en circulación las divisas, pero que, excepcionalmente, pueden presentar algún “defecto de fabricación”. En estos casos, se considera que la moneda no es apta y se debe proceder a su canje en alguna de las sucursales de la institución bancaria.
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Las monedas deterioradas se deben retirar del mercado para prevenir posibles problemas en su identificación, sobre todo por parte de las máquinas expendedoras. Asimismo, el protocolo recoge la necesidad de prestarles especial atención para “evitar que causen confusión sobre su autenticidad entre los usuarios”. Por eso, el pasado 1 de julio se comenzaron a recolectar estas divisas porque no cumplen con los requisitos establecidos.
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La normativa establece la siguiente clasificación entre las monedas de un euro: aptas, presuntamente falsas y no aptas para la circulación. Estas últimas se detectan, según el texto, porque rara vez superan el proceso de autentificación. El BOE también reconoce que, con el tiempo, “se ha ido acumulando un importante volumen de monedas de euro falsas en el Banco de España, cuya destrucción resulta necesario regular”. En 2022, se retiraron del mercado más de 25.000 monedas falsas entre todas las denominaciones. Estas divisas se utilizan, por lo general, para estafas y actividades fraudulentas.
La nueva orden llega para sustituir un texto legal de hace cuatro décadas. Hasta la semana pasada, el Banco de España no fijaba ningún procedimiento para la retirada y destrucción de monedas falsas. El documento, publicado en el BOE, aclara qué se puede hacer con el material que resulta de la destrucción de estas piezas y recorta los tiempos para que no se demore su recolección. Los restos de las monedas falsas se podrán aprovechar para acuñar nuevas divisas.
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