La princesa Leonor ha protagonizado, este miércoles 5 de julio, una de las citas más esperadas del año, los Premios Fundación Princesa de Girona. La expectación era máxima, no solo porque los galardones volvían a celebrarse en la ciudad catalana que le da su nombre, también porque la heredera al trono se encuentra en un momento clave de su vida. Este 2023 no es solo el año en el que cumple la mayoría de edad, también en el que va a comenzar su formación militar en Zaragoza tras acabar el bachillerato internacional.
Una etapa a la que se ha referido en su discurso, con el que ha sorprendido y se ha ganado una gran ovación. Más madura, profesional y sin tantos atisbos de nerviosismo, la hija mayor de los reyes Felipe y Letizia no solo ha hablado sobre su futuro, también ha demostrado que cada vez controla más su voz y, aunque se confundió en un par de ocasiones, pronunció con cuidado cada palabra, haciendo énfasis en las partes que quería remarcar.
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La princesa ha querido evidenciar su alegría de estar en Girona y de haber podido visitar la sede de la fundación en la capital, ciudad en la que su padre, el rey Felipe VI, fue declarado persona non grata. Además, ha hecho un balance de los actos a los que ha acudido en las horas previas, en las que ha podido estar con jóvenes que participan en proyectos impulsados por la FPdGi y con los que ha compartido “las preocupaciones de nuestra generación”, así como de “los proyectos vitales cuando tienes 20-25 años”.
“En mi caso, tengo casi 18. Acabo de terminar el Bachillerato y estoy a punto de iniciar una nueva etapa de formación militar. Más allá de mi responsabilidad, estoy contenta, porque sé cuánto valoran los españoles a nuestras Fuerzas Armadas”, ha confesado.
Y ha seguido: “Es un momento importante en mi vida y me siento con muchas ganas, y convencida, de seguir aprendiendo y entregando mi mejor ánimo en fortalecer valores con los que he crecido y que hoy encarnan nuestros cinco premiados: respeto a los demás, esfuerzo, excelencia, búsqueda del conocimiento, templanza, disciplina, constancia. También, capacidad para percibir la realidad y vivir con el entusiasmo propio de mi edad”.
Leonor también ha alabado a los premiados, la violinista María Dueñas; al ingeniero y CEO fundador de Open Cosmos, Rafel Jordà Siquier; al Doctor en Biomedicina y profesor en Yale, Marc Schneeberger Pané; a la arte terapeuta y fundadora de la Fundación Arte Paliativo, Silvia Fernández Cadevall y a la CEO y cofundadora de la red de cuidado infantil Kidogo, Sabrina Habib. “Ya me dirán si no es emocionante compartir juntos una noche en la que estamos comprobando que varias generaciones de jóvenes ya han pasado a la acción y nos ofrecen lo mejor de sí mismos. Gracias, Silvia, Rafel, María, Sabrine y Marc por marcarnos el camino”.
Leonor también ha dado toda una lección, pues su discurso ha sido en tres idiomas: castellano; catalán, que cada vez habla mejor, e inglés, el cual domina a la perfección, en parte gracias a su estancia de dos años en Gales. Un punto que ha llamado poderosamente la atención es la gran diferencia entre sus palabras y las de los premiados, ya que ha utilizado un lenguaje demasiado formal que seguro no usa en el día a día y ha causado que su mensaje, pese a todo, resultara demasiado protocolario y un tanto distante.
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