Carlos III celebra su coronación escocesa: sin corona, discreta y entre gritos de protesta

Los reyes Carlos y Camilla, acompañados de los príncipes de Gales, han viajado a Escocia para celebrar esta cita de gran valor simbólico

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El rey Carlos III recibe la corona de Escocia durante el Servicio Nacional de Acción de Gracias y Dedicación en honor del rey Carlos III. (Photo by Andrew Milligan - Pool/Getty Images)
El rey Carlos III recibe la corona de Escocia durante el Servicio Nacional de Acción de Gracias y Dedicación en honor del rey Carlos III. (Photo by Andrew Milligan - Pool/Getty Images)

Las calles de Edimburgo se han llenado de curiosos que este miércoles 5 de julio han querido ver de cerca al rey Carlos III. El nuevo soberano británico ha viajado hasta Escocia para participar en un acto señalado, su segunda coronación. Como hiciera su madre, la desaparecida Isabel II, en 1953, ha recibido los conocidos como Honores, las joyas de la Corona escocesa que llevaban los antiguos reyes y que han formalizado esta ceremonia.

La catedral de Edimburgo ha acogido la ceremonia, a la que han asistido también la reina Camila y los príncipes de Gales, el príncipe William y Kate Middleton, quienes en Escocia como los duques de Rothesay, el título que poseían los herederos al trono.

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La ceremonia comenzó con la conocida como Procesión del Pueblo, en la que unas cien personas, representantes de todos los estamentos de la vida y cultura escocesa, salieron del Castillo de Edimburgo hasta la catedral de St. Giles, donde se celebró la ceremonia. En este desfile militar participaron tanto los Reyes como los herederos, que fueron escoltados por más de 700 militares de la Armada Británica, la Marina Real y la Real Fuerza Aérea. Fueron recibidos con protestas de grupos que han exhibido pancartas contra la monarquía y gritos de ‘Not my King’ (No es mi rey).

Los reyes Carlos y Camila y los príncipe de Gales durante la coronación de Carlos III en Escocia.
Los reyes Carlos y Camila y los príncipe de Gales durante la coronación de Carlos III en Escocia.

Si bien la ceremonia ha sido menos pomposa y más discreta que la celebrada en Londres, Carlos III también se ha involucrado y, por ejemplo, ha elegido él mismo la música que ha acompañado la misa. Entre otras, se pudo escuchar un salmo en gaélico escocés y otro en dórico, un dialecto que se habla al noroeste de Escocia. Al igual que en su primera coronación también hubo representación de diferentes religiones.

La presentación de los Honores de Escocia ha sido la parte más simbólica. Se trata de unas piezas de oro, plata y piedras preciosas compuestas por una corona, un cetro y una espada que destacan por ser las más antiguas de Gran Bretaña de este tipo, así que tienen un gran valor histórico. Tanto que Carlos, para favorecer su conservación, recibió una nueva espada llamada Elizabeth -en honor a su madre- y es que el arma histórica, un regalo del Papa Julio II en 1507 a Jaime IV, se encuentra en mal estado de conversación. Además cabe señalar que el Rey no se puso la corona, una pieza que fue fabricada para Jacobo V y que se posó sobre el féretro de Isabel II durante la vigilia que se celebró en Edimburgo.

También estuvo presente la Piedra del Destino, al igual que sucedió en Londres, continuando así una tradición de más de un milenio de antigüedad. Esta tiene un gran valor pues, hasta su robo por Eduardo I de Inglaterra, era utilizada durante las coronaciones de los reyes escoceses. Además cuenta con una curiosa historia en forma de la leyenda, pues se afirma que esta fue la roca en la que Jacob apoyó la cabeza durante su sueño con la llamada ‘Escalera de Jacob’, tal y como cuenta el Génesis. Una salva de 21 disparos y un desfile aéreo han servido de colofón a la cita.

Los reyes Carlos y Camila y los príncipe de Gales durante la coronación de Carlos III en Escocia.
Los reyes Carlos y Camila y los príncipe de Gales durante la coronación de Carlos III en Escocia.

En esta ocasión, Carlos III ha estado acompañado por cuatro miembros de su familia: su esposa, su heredero, su nuera y su hermana Ana. No estuvieron presentes ni su hijo, el príncipe Harry, que vive en Estados Unidos alejado de las obligaciones de la familia real, ni tampoco de sus hermanos, los príncipes Eduardo y Andrés. A Ana, por su parte, se la pudo ver en el palacio de Holyroodhouse disfrutando del espectáculo que había preparado la RAF.

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