Todo lo que sabemos sobre ‘Mi soledad tiene alas’, la primera película como director de Mario Casas

En su ópera prima ha querido homenajear a los barrios humildes de la periferia de Barcelona donde pasó su infancia junto a su hermano Óscar Casas, que protagoniza esta película sobre jóvenes desarraigados

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Candela González y Óscar Casas
Candela González y Óscar Casas junto al nuevo director Mario Casas, en una imagen promocional del rodaje de 'Mi soledad tiene alas' (Warner)

El pasado verano se anunció que Mario Casas iba a dirigir una película que se titularía Mi soledad tiene alas, a partir de un guion escrito por él mismo y por la que fuera su pareja, la también intérprete Déborah François, con la que coincidió en el rodaje de El practicante. Al parecer, se habría gestado durante la pandemia, y en él, el hasta ahora actor de títulos tan taquilleros como Tres metros sobre el cielo, quería homenajear la vida de barrio de su infancia a través de la historia de un grupo de jóvenes que intentan salir como pueden de la precariedad y el desarraigo que les rodea y que se encuentran estigmatizados socialmente.

Rodaje entre Barcelona y Madrid

Mario Casas nació en La Coruña, pero pasó su adolescencia en Cataluña, entre las localidades de Martorell y Esparraguera, así que quiso rodar la película en la zona. Una de las ubicaciones principales fue el barrio periférico de La Mina, en San Adrià del Besós, precisamente de donde partió la legendaria Perros Callejeros, una de las películas más icónicas del cine quinqui y en la que el Torete encarnaba a El Vaquilla. Esa vinculación parece ser clave para comprender esta obra, como si Mario Casas quisiera reactualizar los postulados de un género tuvo su máximo esplendor en la década de los ochenta, pero que permanece intacto en el imaginario colectivo, y darle un nuevo sentido urbano y poético.

Tráiler de 'Mi soledad tiene alas', la primera película dirigida por Mario Casas

Ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero la huella de la marginalidad, la degradación social y la delincuencia continúan estando presentes. Pero Mario Casas no quería seguir contribuyendo a perpetuar esa imagen, por eso se centra en tres jóvenes que, por diferentes razones, coquetearán con los bajos fondos. El protagonista no es otro que el hermano de Mario, Óscar Casas, que se ha convertido en un fenómeno adolescente, como en su momento lo fue él mismo y lo acompañan dos nuevos rostros que debutan, el de Candela González (cantante de rap) y el de Farid Bechara. Además, el director contó con gente del barrio para que hiciera de extras y así imprimir mayores dosis de realismo a la obra. También aparecen actores más experimentados, como Francisco Boira o Marta Bayarri.

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Tres jóvenes de entornos marginales que luchan por la supervivencia

En Mi soledad tiene alas, Dan, Vio y Reno viven de noche y duermen de día. De vez en cuando dan palos a alguna que otra joyería, pero son algo más que jóvenes delincuentes. Dan tiene intereses artísticos, talento para el dibujo y el graffiti pero su pasado está marcado por la violencia, la que ejercía su padre, que está a punto salir de prisión. Después de un desafortunado incidente, tendrá que huir y ahí empezará un viaje de no retorno.

La producción de la película corre a cargo de Nostromo, al frente de la que se encuentran Nuria Valls y Adrià Guerra, participa Netflix y cuenta con la ayuda del ICAA. El director de fotografía es Edu Canet, con el que Casas colaboró en No matarás, de David Vitori, y el montaje es de Verónica Callón, que también conoce bien las necesidades del nuevo director ya que trabajó en la edición de Tres metros sobre el cielo y Tengo ganas de ti.

Mi soledad tiene alas se estrenará el próximo 25 de agosto, y promete ser uno de los debuts más esperados del año. ¿Estará Mario Casas nominado en la categoría de director novel en los próximos Goya?

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