‘Nimona’, la película de animación abiertamente queer que canceló Disney y ahora triunfa en Netflix

Creada por ND Stevenson (’She-Ra y las princesas del poder’), cuenta la historia de un humilde caballero medieval y una joven que puede transformarse en cualquier criatura

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"Nimona" - Tráiler oficial - Netflix
"Nimona" - Tráiler oficial - Netflix

En el cine, como en la vida, ocurre que hay veces que las historias se quedan sin contar. Demasiadas veces, aunque pocas son las que trascienden a los medios y la gente se entera. El Napoleon de Kubrick, la Dune de Alejandro Jodorowsky, o incluso la Superman de Tim Burton con Nicolas Cage son solo algunos ejemplos de grandes proyectos que nuncar llegaron a buen puerto, pero la historia está llena de ellos. No tiene mucho sentido ya lamentarse por todas esas películas que nunca podremos ver, pero sí alegrarse por aquellas que, cuando todo parecía perdido, sacaron fuerza y valor de lo más dentro y supieron sobreponerse a las circunstancias. Esta es la historia de una de esas películas. Esta es la historia de Nimona.

Nimona es la nueva película de animación de Netflix, que llegó a la plataforma el pasado viernes 30 de junio y que en cuestión de días se está convirtiendo en toda una sensación, ganando adeptos para su causa. Se trata de una película con una propuesta visual muy atractiva, ambientada en un mundo medieval futurista, con caballeros y dragones, leyendas mal interpretadas y una joven con un gran poder pero que tiene miedo de no ser aceptada por el resto. Podría sonar perfectamente a una película de Disney, ¿verdad? Pues bien, es que así estuvo a punto de ser.

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La historia de Nimona se remonta prácticamente a 2015, aunque la idea original llevase en la cabeza de ND Stevenson (She-Ra y las princesas del poder) desde mucho antes, con una novela gráfica homónima estrenada ese mismo año de por medio. Por aquel entonces el proyecto estaba en manos de Blue Sky Animation, responsable de otras películas como Rio, Robots o la saga Ice Age, entre otros. Sin embargo, Disney compró la compañía en 2019, y eso cambió muchos planes para Blue Sky, que finalmente tuvo que cerrar. Consiguieron estrenar Espías con disfraz, la simpática película con las voces de Will Smith y Tom Holland como agentes secretos, pero tuvieron que cancelar Nimona, que se fue a un cajón junto al resto de películas que nunca verían la luz.

Fueron precisamente los directores de Espías con disfraz, Nick Bruno y Troy Quane, quienes decidieron seguir adelante con el proyecto a pesar de todo, no en vano tenían ya los storyboards y bastante material de la película. Con todo ello decidieron llevarles la idea a Megan Ellison, la jefaza de Annapurna Pictures y una de las productoras independientes más importantes de Estados Unidos. A Ellison le encantó la película, le vio un potencial tremendo y consiguió no solo que su compañía produjera la misma, sino también convencer a Netflix para que se encargase de distribuirla.

Una película LGTBI que va más allá de las etiquetas

Nimona presenta un mundo futurista pero claramente inspirado en la Edad Media, en la que tecnología y naturaleza parecen convivir en armonía y en donde las leyendas de caballeros y bestias se siguen reproduciendo aunque sea en formato online. En este alocado mundo aun pervive el sistema de castas y feudos, por eso resulta un hito sin precedentes cuando el humilde Ballister Corazónvaliente (al que da voz Riz Ahmed) está a punto de ser nombrado caballero. Sin embargo, el humilde soldado se ve envuelto en un complot para matar a la reina y quedar señalado como el culpable, teniendo que huir de todo, incluido de su amigo y amado Amrbosius Lomodorado (Eugene Lee Yang), quien no termina de creer en su inocencia y para colmo le rebana el brazo antes de que escape.

En su huida, Ballister encuentra su única alianza en Nimona (Chlöe Grace Moretz), una joven rebelde que lo admira por su condición de villano y que esconde un poderoso poder: puede transformarse en cualquier criatura, desde el pájaro más ágil y diminuto a la ballena más robusta y pesada. Caballero y escudera unirán fuerzas para demostrar la inocencia del primero y devolver la paz y el orden a un reino que desprecia por norma a aquellos que son diferentes al resto.

Porque Nimona es una película de animación abiertamente queer en tanto que muestra una relación entre dos de sus protagonistas, los caballeros Ballister y Ambrosius, pero va mucho más allá de eso. Es una historia de representación y aceptación, la que busca Ballister, pero también la que busca Nimona. La condición de metamorfa ha marginado toda su vida a la joven, impidiéndole llevar una vida normal y poder relacionarse con el resto del mundo sin que este le vea como una amenaza. Porque detrás de esa personalidad vivaz, segura de sí misma y muy punky también se esconde una historia de rechazo y desilusión con la que mucha gente podrá indentificarse más allá de cualquier etiqueta.

"Nimona" - Tráiler oficial - Netflix
"Nimona" - Tráiler oficial - Netflix

No en vano el responsable de Nimona, ND Stevenson, es un animador no binario y trans, y como ha declarado en varias entrevistas buena parte de su historia está también en la de Nimona, aunque sea una historia universal que cualquiera puede hacer suya. Ese es quizá el gran acierto de Nimona, el ser capaz de equilibrar mensaje e historia con una animación imaginativa y diálogos ingeniosos y a la par que originales, en los que se puede hablar de temas aparentemente banales que detrás esconden grandes reflexiones sobre la manera en que la sociedad nos ve y cómo nos vemos a nosotros mismos. Una película sobre aprender a aceptarse y a hacer de lo diferente una virtud para seguir adelante. Disney perdió su oportunidad, pero con Netflix ahora podemos descubrir que siempre hay nuevas historias que merece la pena contar.

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