La princesa Leonor ha entregado este miércoles 5 de julio los Premios Fundación Princesa de Girona, que regresan a la provincia catalana después de tres ediciones celebradas en Barcelona y una cancelada por la pandemia de Covid-19. La primogénita de los reyes Felipe VI y Letizia ha sido la gran protagonista de la ceremonia y ha brillado con luz propia como futura reina de España, demostrando una evolución como heredera que ha ido a la par con su crecimiento de niña a adulta.
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“Es un momento importante en mi vida y me siento con muchas ganas”, ha expresado la princesa en su discurso, haciendo referencia a su formación militar. Leonor ha vuelto a hablar en fluido catalán e inglés y ha mostrado la seguridad que le ha aportado la experiencia. Y es que esta ha sido la cuarta ocasión en la que ha tenido que subirse al estrado para dirigirse a los premiados y asistentes a la entrega. Repasamos todas sus intervenciones en los Premios Fundación Princesa de Girona desde su debut en 2019 hasta hoy.
2019: respaldada por Felipe
El debut de Leonor en los Premios Fundación Princesa de Girona coincidió con el décimo aniversario de estos galardones. Visiblemente nerviosa, la princesa subió al estrado acompañada por su padre, el rey Felipe VI, que permaneció junto a ella para arroparla en el que era uno de sus primeros discursos públicos.
Con voz temblorosa y trabándose en varias ocasiones, la heredera habló en español, inglés y catalán, apartando de vez en cuando la mirada del papel para buscar seguridad en la reina Letizia y la infanta Sofía, que la escuchaban desde las butacas, sonrientes. En esta primera vez, Leonor recibió una sonora ovación de más de un minuto.
2020: la familia al completo
La pandemia de coronavirus obligó a cancelar la ceremonia de entrega de los galardones en 2020, que se entregaron al año siguiente. No obstante, Leonor pudo charlar con los premiados en una videoconferencia en la que estuvo acompañada por los reyes y la infanta Sofía.
En catalán, la princesa expresó su pesar por no poder entregar personalmente los premios debido a la pandemia. “Es una pena que este año no hayamos podido celebrar la entrega de premios y participar en todo lo que sucede a su alrededor. Espero que nos veamos pronto”, les dijo.
2021: debut en solitario
A medida que iba asumiendo más protagonismo y responsabilidades en su papel como princesa, la hija de Felipe y Letizia mostraba también más seguridad y comodidad en sus intervenciones públicas, algo que quedó patente en los Princesa de Girona de 2021.
Sola en el estrado, con una voz más grave y una entonación mucho más firme, la princesa habló un catalán fluido y su rostro sonriente expresaba menos tensión que en las anteriores ediciones.
2022: más princesa que nunca
En la ceremonia de 2021 se evidenció el gran cambio físico de Leonor, el cual fue acompañado de una evolución de niña hija de reyes a adolescente heredera al trono. Con una imagen mucho más adulta, la presidenta de honor de la Fundación se mostró más princesa que nunca, tanto por su estilismo como por su actitud al dirigirse al público.
Con el pelo recogido, vestido de escote bardot con hombros cruzados y zapatos de tacón, la princesa tuvo una actitud muy segura y ofreció un discurso más modulado, quizás siguiendo los consejos de su madre, la reina Letizia, cuya voz refleja su pasado en el periodismo televisivo en cada uno de sus discursos.
2023: la seguridad de una futura reina
Los Premios Fundación Princesa de Girona 2023 han sido la consagración de Leonor como digna heredera al trono de España. Antes de comenzar con la formación militar que la preparará como futuro mando supremo de las Fuerzas Armadas, la primogénita de Felipe y Letizia ha ofrecido un discurso que ha sido el colofón a dos días en los que, junto a la infanta Sofía, ha demostrado su papel cada vez más relevante e independiente en la monarquía.
Leonor ha lucido un ‘trampantojo’ de vestido verde que en realidad era un conjunto de blusa de manga abullonada y falda de tiro alto y bajo asimétrico con raja, un estilismo juvenil rematado con unas sandalias metalizadas cuyo tacón es más alto que el de los zapatos lucidos por Letizia. Cuando está a punto de cumplir 18 años e iniciar su formación militar, la princesa ha dejado así constancia de su personalidad propia y cada vez más alejada del influjo de su madre.
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